VIDEO – Embajador Monckeberg aparece en TV argentina para desmentir a ministro provincial
El representante diplomático chileno reiteró su rechazo a los dichos de Daniel Gollan, quien erróneamente aseguró que nuestro país había recibido solo 30 mil vacunas de Pfizer.
El embajador de Chile en Argentina, Nicolás Monckeberg, tuvo que aparecer en un programa de televisión trasandino para desmentir las informaciones erradas de una autoridad de la provincia de Buenos Aires sobre la llegada de vacunas contra el COVID-19 de Pfizer a nuestro país.
Todo comenzó con los dichos del ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollan, quien intentó explicar los problemas que ha tenido el Gobierno de Alberto Fernández para adquirir la fórmula, que fue la primera en aprobarse para su uso de emergencia en Occidente.
“Pfizer le vendió 10 millones a Chile, pero le entregó 30 mil vacunas hasta hoy. Italia y España están en juicio con Pfizer porque no entrega las vacunas. Italia va muy mal con el programa de inmunizaciones. En todo el mundo escasearon vacunas. No es que solamente tuvo problemas una vacuna”, expresó el también ex ministro de Salud de Cristina Fernández de Kirchner al portal Perfil.
El embajador Monckeberg había respondido inicialmente a través de su cuenta de Twitter, pero luego concretó una entrevista con el canal LN+ para asegurar que Chile había recibido cerca de 3 millones de dosis de la fórmula desarrollada por la farmacéutica en conjunto con la empresa alemana BioNTech.
“Creo que los diplomáticos, los políticos, los dirigentes en tiempos de pandemia estamos para colaborar en lugar de comparar. Eso lo hemos dicho desde el día uno. Sobre todo cuando la pandemia traspasa fronteras y sobre todo cuando se comparte una frontera tan larga como la que tiene Chile y Argentina, porque es impensable que un país tenga inmunidad cuando el otro no la tiene”, expresó el ex diputado y ministro del Trabajo.
Monckeberg aseguró que si bien la tarea diplomática no implica totalmente corregir informaciones “siento que es un deber hacerlo”, ya que “las decisiones científicas, médicas y políticas se deben tomar sobre la corrección de los datos y no sobre eventualmente errores”.