Por qué se rechazó el kínder obligatorio: las explicaciones de sus detractores
El proyecto del Gobierno -que fue rechazado por la Cámara de Diputados- recibió cuestionamientos de diversas figuras de la oposición, como la candidata presidencial de la DC, Yasna Provoste.
Este martes la Cámara de Diputados rechazó el proyecto de kínder obligatorio impulsado por el Gobierno, desatando un enfrentamiento entre el Ministerio de Educación (Mineduc) y los legisladores de la oposición que se han mostrado como detractores de la iniciativa a lo largo de su tramitación.
Una de las principales opositoras a la propuesta fue la senadora DC y candidata presidencial de Nuevo Pacto Social, Yasna Provoste, quien tras la votación entregó sus razones para desestimar la idea del Ejecutivo.
La falangista afirmó que el kínder obligatorio era un “mal proyecto”, asegurando que el nivel pre escolar “es un derecho hace años”.
“Este proyecto busca abrir un espacio al lucro, pero primero quisieron colocar una barrera para los niños mas pobres, que solo generaría desescolarización, al hacerlo pre requisito para ingresar a primero básico”, expresó la congresista en su cuenta de Twitter.
Las palabras de Provoste recibieron la respuesta inmediata del ministro de Educación, Raúl Figueroa, quien aseguró que el planteamiento de la senadora era “falso” y que todas las observaciones tras el rechazo de la comisión mixta fueron incluidas en el veto aditivo.
“(El proyecto) mantenía el requisito de no tener fines de lucro, establecía expresamente que ningún niño se vería impedido de ingresar a primero básico y se inyectaban $4.000 millones para ese nivel”, manifestó el secretario de Estado.
El proyecto de kínder obligatorio tuvo otros detractores, quienes mostraron sus reparos especialmente en el trámite de la comisión mixta.
El senador Jaime Quintana (PPD) planteó que “en la práctica el kínder es obligatorio y este 4% que no envía a sus hijos, por distintas razones, tienen que ver con la oferta”, respaldando los argumentos de Provoste.
Carlos Montes (PS) apuntó a la eventual sobre escolarización que afectaría a los niños con la imposición del nivel educacional, mostrando su preocupación con que el proyecto pudiera “ir afectando los espacios como el recreo, el valor de juego”.