Pingüinos pesimistas y emprendedores: cómo ven los escolares su futuro laboral
La Universidad Central publicó recientemente los resultados de un estudio que define la percepción que tienen los jóvenes de 3ro y 4to medio respecto a su futuro laboral. Y aunque existen diferencias entre las impresiones de ambos niveles, la mayoría asume que su inicio en el mundo de trabajo será malos sueldos, malos horarios y malos jefes; pero apuestan a será transitorio porque la mayoría desea desarrollar su propia empresa y no tener que responderle a nadie más que a sí mismo.
La Universidad Central publicó recientemente los resultados de un estudio que define la percepción que tienen los jóvenes de 3ro y 4to medio respecto a su futuro laboral. Y aunque existen diferencias entre las impresiones de ambos niveles, la mayoría asume que su inicio en el mundo de trabajo será malos sueldos, malos horarios y malos jefes; pero apuestan a será transitorio porque la mayoría desea desarrollar su propia empresa y no tener que responderle a nadie más que a sí mismo.
Lo que más le preocupa a los estudiantes son las injusticias que creen que existen en el mercado laboral. Un 56,64% considera que sufrirá de éstas durante su carrera; un 45,32% piensa que será explotado y un 48,8% asume que ganará menos de lo que merece.
Pero el panorama no se ve siempre tan pesimista -o realista, si esos porcentajes se comparan con las denuncias a la Inspección del Trabajo. Hay una clara diferencia en la percepción de los alumnos de 3ro y 4to medio respecto a las esperanzas de conseguir un buen empleo.
Entre los primeros, por ejemplo, un 54% piensa que en el trabajo se cuida la salud de los empleados, mientras que entre quienes están por graduarse, sólo un 34% está de acuerdo. Y mientras el 55% declara que sólo trabajará “porque es una obligación para sobrevivir”, el 28% de los alumnos de 3ro medio aborda el ingreso al mercado laboral desde esa perspectiva.
Entre más cercano, peor escenario
Según el decano de Economía de la Universidad Central, Ignacio Larraechea, dicho cambio se debe que los menores “todavía creen que pueden optar fácilmente a buenos trabajos. Pero al pasar a 4to medio, que es cuando están más cerca de la exigencia, cambia totalmente el tipo de respuesta”.
A lo anterior, Larraechea agrega que, al estar más cercano y verse enfrentado al trabajo como realidad inmediata -en el caso de que no se siga estudiando-, aparecen los temores de un escenario que antes se veía más lejano.
Para la psicóloga de la Universidad de Valparaíso, Daniela Andrade, las diferencias en la visión entre los alumnos de cada curso corresponden a la cercanía con que se ven los futuros escenarios en cada nivel. “No es que haya una diferencia en el grado de madurez muy significativa -explica la profesional-, pero sí se puede decir que se ve el futuro con más realismo. También influye mucho la etapa que se está viviendo: el que está a meses de egresar tiene más tensión y ansiedad, lo que hace que esté más estresado y pesimista”.
Para el gerente general de Trabajando.com, Álvaro Vargas, la sensación existente entre la población respecto al futuro laboral es más bien negra. Pero, en gran parte, porque se desprende mucho de la responsabilidad de encontrar un trabajo. “Conseguir empleo no depende 100% de los factores externos -explica-, sino que más bien depende del esfuerzo, las ganas y la capacidad del candidato que está en busca de un empleo”.
Respecto a la consulta de las esperanzas de los jóvenes respecto a su futuro, Vargas no cree que “este escenario sea negativo para los que recién egresan. El mercado está cambiando constantemente. Por ejemplo, hoy en día se requieren tanto técnicos como licenciados: un 55% de las empresas buscan profesionales universitarios y un 45% técnicos, por lo que los números están prácticamente a la par”.
Un factor que sí une las impresiones de la mayoría de los encuestados, a pesar de la perspectiva negativa que tienen de cómo será su ingreso en el mercado laboral, es el del emprendimiento. Según el estudio, pocos están dispuestos a aceptar los malos sueldos y malos tratos que critican por mucho tiempo: el 53,81% quiere ser su propio jefe y montar una empresa propia.
En esa línea, un 67,76% cree que “su futuro laboral no se convertirá en una obligación” y, en busca de mejores condiciones laborales, el 80% de los escolares encuestados cree que se radicará y trabajará en el extranjero. Aunque sólo el 57% siente que tiene los medios económicos o posibilidades de obtener una beca para el primer paso de todos esos planes: seguir estudiando después de dar la PSU.