Los riesgos de Instagram en adolescentes: ¿cómo asegurar su bienestar?
Hay muchos consejos para promover la responsabilidad digital. Uno de ellos es establecer juntos algunas reglas sobre el uso de los dispositivos en la casa.
Daniela Vildósola es Encargada de Capacitaciones en Latinoamérica para Triple P
Un reportaje publicado por The Wall Street Journal reveló que la red social Instagram tiene efectos negativos sobre adolescentes de acuerdo con estudios realizados en los últimos años por la empresa Facebook, que es dueña de la plataforma. Al tratarse de una aplicación digital que permite compartir principalmente imágenes, promueve la comparación social entre los jóvenes, afectando los pensamientos, emociones y valoración que tienen de sí mismos y favoreciendo posibles cuadros de ansiedad y depresión.
Informaciones como esta ciertamente generan alarma entre padres, madres y cuidadores, a quienes les puede resultar difícil guiar a los niños, niñas y adolescentes en el uso controlado de los dispositivos tecnológicos y, específicamente, de las redes sociales a las que tienen acceso. Prohibirles “conectarse” es complicado, además de infructuoso, y puede generar conflictos y tensión en las relaciones al interior de las familias, por lo que, no es recomendable. Hay que considerar que, si bien existen riesgos, también se pueden obtener beneficios de la tecnología cuando es utilizada de manera adecuada y no dañina. Pero ¿cómo se logra eso?
Hay muchos consejos para promover la responsabilidad digital, varios de los cuales se pueden encontrar en la misma red. Uno de ellos es establecer juntos –llegando a acuerdos– algunas reglas sobre el uso de los dispositivos en la casa. Asimismo, se recomienda conversar y reflexionar abiertamente con los niños, niñas y adolescentes acerca de los distintos riesgos a los que pueden verse enfrentados, incluyendo el cyber bullying, el ingreso a sitios no confiables o de qué manera la sobreexposición en línea puede afectar su bienestar mental. Lo anterior permitirá elaborar en familia planes para hacer uso seguro de las distintas plataformas y esto ayudará a fomentar una relación de confianza, permitiendo a padres, madres y cuidadores sentirse más seguros y confiados cuando sus hijos naveguen en el mundo digital.
Además de estas recomendaciones, es importante preguntarse de qué manera nos hacemos cargo, como sociedad, de ir acompañando a las familias para que puedan entregar a niños, niñas y adolescentes el apoyo que requieren en el momento oportuno. Hacemos un llamado a avanzar hacia políticas que den acceso universal a padres, madres y cuidadores, a herramientas y condiciones para poder ejercer el rol de cuidado que les permita guiar a niños, niñas y adolescentes en estos aspectos, previniendo problemas emocionales, sociales y de salud mental que pudieran desencadenarse en el futuro.
En distintas comunas de Chile, esa ayuda existe y es gratuita; hay municipios que cuentan con profesionales especialmente preparados en crianza positiva, para acompañar a padres, madres y cuidadores en los más diversos desafíos que impone la crianza. Si queremos realmente beneficiar a nuestros niños, niñas y adolescentes, es imperativo seguir ofreciendo este apoyo a las familias, para que puedan ejercer efectivamente su rol de cuidado, con responsabilidad y confianza.