Cuarto retiro, inflación y créditos hipotecarios
Es de esperar que la clase política pondere todos los factores, tanto positivos como negativos de esta iniciativa y, en base a eso, se tome la mejor decisión para la sociedad en su conjunto.
José Navarrete es Director Magíster en Tributación Universidad Andrés Bello
La opinión pública se encuentra expectante frente a la tramitación en el congreso del Cuarto Retiro de fondos desde las AFP, no obstante, la situación actual es bastante distinta comparada con el primer retiro de fondos. Especialistas indican que, de aprobarse este cuarto retiro, un 43% de los afiliados al sistema quedarían, virtualmente, sin fondos, y esto equivale a 4,5 millones de personas, considerando que habrán alrededor de 2 millones de personas que ni siquiera podrán pensar en este retiro, dado que ya agotaron sus fondos en los anteriores. Por otro lado, se estima que los que podrán hacer uso efectivo del beneficio son trabajadores de ingresos más altos, con remuneraciones estables, por lo que la iniciativa estaría fuera de foco.
Un tema no menor, es lo relacionado a las compañías de seguro, que proveen rentas vitalicias, las que probablemente estarán incluidas también en esta iniciativa y que ya han indicado recurrir a instancias legales nacionales e internacionales por cambios arbitrarios en los contratos.
También preocupa el hecho de que muchos sectores estén atribuyendo a los anteriores retiros la actual inflación que vive el país. En rigor, si bien es un componente relevante, lo retiros no son la única explicación a la inflación, puesto que gran parte de ella es importada, por el alza mundial de materias primas, la llamada crisis de los semiconductores, problemas logísticos derivados de la pandemia, entre otros. En términos internos, todo el efectivo inyectado a la economía a través del IFE tiene efectos reales también en ese proceso.
Otra discusión relevante, tiene que ver con el cobro o no de impuestos. Desde un punto de vista estrictamente técnico, si corresponde el pago de tributos, toda vez que las cotizaciones previsiones y sus rentabilidades, están exentas de impuestos, por lo sería justo gravar los retiros. En complemento, de no hacerlo, se estarían beneficiando las personas de mayores ingresos del país, por lo que sería una medida regresiva.
Finalmente, también se ha hablado que los retiros anteriores, así como el que actualmente está en discusión, han afectado en el otorgamiento de créditos hipotecarios. Este es un efecto real, toda vez que los montos retirados han mermado la cantidad de recursos disponibles en el mercado, por lo que los bancos tienen dificultades para obtener financiamiento de largo plazo, lo que presiona la tasa al alza. Por otro lado, esta incertidumbre, así como el factor político, hace que sea bastante riesgoso para cualquier institución otorgar préstamos a muy largo plazo, lo que explicaría el hecho que los bancos hayan reducido drásticamente los plazos a otorgar, con un efecto directo en el bolsillo de quienes están en proceso de compra de una propiedad, o tenían planes de hacerlo en el mediano plazo.
Es de esperar que la clase política pondere todos los factores, tanto positivos como negativos de esta iniciativa y, en base a eso, se tome la mejor decisión para la sociedad en su conjunto.