Análisis: el avance de Kast sobre la izquierda de Boric y la lucha por el voto moderado
El triunfo de Kast aterrizó todas las pretensiones de victoria en primera vuelta del candidato del PC y el FA. Ambos candidatos deberán suavizar su discurso en busca del voto moderado huérfano.
La primera actividad de José Antonio Kast tras su apretado triunfo en primera vuelta fue visitar la comuna de Calera de Tango.
Gabriel Boric habló desde la vereda del derrotado. En el tono y en los números, el candidato del Partido Comunista y del Frente Amplio, que transformó en ícono triunfante un ciprés magallánico, no logró aquilatar el entusiasmo excesivo de sus partidarios, quienes, sin ninguna base, aseguraban un triunfo arrollador en primera vuelta, tal como lo hizo frente a Daniel Jadue (PC) en las primarias de la izquierda.
Las matemáticas, tan odiosas con el ex dirigente estudiantil, fueron su peor enemigo: apenas logró acercarse a los votantes totales (Jadue+Boric) de la primaria y que lo catapultaron como el candidato de Apruebo Dignidad.
En esta primera vuelta, 1.777.802 sufragaron por el diputado, apenas 28 mil más que el total de la primaria de Apruebo Dignidad.
Cuenta que tampoco sacaron el PPD y el Partido Socialista, lo cuales corrieron a entregar su apoyo -sin mínimos comunes- a Gabriel Boric para la segunda vuelta tras la estrepitosa caída de la DC Yasna Provoste.
En contra partida, José Antonio Kast confirmaba en su discurso de triunfo lo que las encuestas decían desde el 6 de noviembre cuando se consolidó en el primer lugar de las encuestas.
Los factores que llevaron a Kast a liderar la primera vuelta
La condena selectiva a la violencia del Frente Amplio y el Partido Comunista, le terminaron por pasar la cuenta al candidato. Tampoco Boric hizo muchos esfuerzos por la condena transversal. Sólo apareció cuando agentes del Estado eran los protagonistas de hechos violentos.
Y así fue como el diputado cayó estrepitosamente en las regiones del Bío Bío y la Araucanía, sede de la Macrozona Sur, el escenario de la espiral de violencia liderada por la CAM y WAM.
Boric ganó en la Metropolitana. Su despliegue en los “territorios” fue eficiente, pero el candidato de la derecha conservadora se impuso en regiones al diputado magallánico.
El efecto Parisi
Con lo que nadie contaba era con el sorpresivo tercer lugar del economista de la Universidad de Chile y deudor de pensiones alimenticias, Franco Parisi, quien, en ausencia y desde Estados Unidos, sacó 900 mil votos, colocó 6 diputados con el Partido de la Gente y se impuso en la región de Antofagasta, con importantes votaciones en Arica y Tarapacá.
El ex socio político de Gino Lorenzini tiene un capital político que ya comienzan a mirar con atención Kast y Boric.
La derecha renace
El renacimiento de la derecha fue otro resultado que nadie esperaba. En el Senado logró un empate que le permitirá hacer de contrapeso. En la Cámara de Diputados la cuenta también es alegre porque suma 68 legisladores (Chile Podemos Más y el Frente Social Cristiano), de los 61 que obtuvo en 2017. Un Congreso con cierto equilibrio que le permitirá hacer de contrapeso a una Convención Constitucional, la cual tiene activada el selector de condena a la violencia y cuyo vicepresidente ayer entregó su apoyo al ex dirigente estudiantil.
¿Qué pasará con los votos moderados?
Esa es la gran pregunta que queda en el aire. Tanto los moderados de izquierda como derecha quedaron huérfanos hasta que ambos candidatos comiencen a dar señales concretas en sus discursos. El bolsón de votos dejados por los votantes DC y de la centro derecha es importante, como también las señales de los líderes que representaron a estas coaliciones en la papeleta del domingo.
Pero esos votos miran con impacto cómo de una vereda a otra se califican de extremos y que cada líder acentúa lo que realmente significan sus candidaturas: una que se quiere meter en tu bolsillo y la otra, en tu cama.
La pesadilla de los moderados.
