Corea del Sur abandona estrategia de testeo y rastreo de casos de COVID-19
Las autoridades del país asiático decidieron cambiar sus medidas considerando la velocidad de transmisión de la variante ómicron.
Corea del Sur, el país que se había transformado en el ejemplo mundial de la estrategia de Testeo, Trazabilidad y Aislamiento (TTA), abandonará el testeo y rastreo constante de casos de COVID-19 debido a la alta velocidad de transmisión de la variante ómicron.
Según lo consignado por The Telegraph, el nuevo escenario impuesto por la nueva mutación -que hizo que la nación asiática alcanzara peaks de 40 mil contagios diarios- hizo que las autoridades pusieran fin a un elogiado sistema de rastreo que se extendió por casi dos años.
“El sistema médico y de salud pública actual, que se enfoca por igual en todos los casos confirmados, puede carecer de eficiencia y conducir a una gestión insuficiente de los grupos de alto riesgo”, señaló la Sede Central de Contramedidas de Seguridad y Desastres.
La sofisticada estrategia de testeo y rastreo, que consistía en pruebas masivas, seguimiento riguroso de los contactos y hasta uso de GPS, rindió sus frutos durante la primera etapa de la crisis, ya que mantuvo al país con una cifra baja de muertes (cerca de 7 mil para una república que tiene más de 51 millones de habitantes).
La nueva variante impuso nuevos desafíos, considerando que las autoridades locales pronostican nuevos peaks de hasta 170 mil infecciones por jornada dentro de un mes. Aquello sería insostenible para el sistema de seguimiento vigente.
Corea del Sur se sumó así a países como Reino Unido y Dinamarca, que buscan avanzar hacia otros enfoques de la pandemia debido a la alta propagación de la variante ómicron, que haría colapsar a los laboratorios y centros de testeo.