Cómo detectar si tu hijo sufre bullying
Los niños que son víctimas de bullying pueden tener miedo y no atreverse a contar lo que sucede.
El bullying o acoso escolar se convierte en un problema cada vez más alarmante. El caso del niño Drayke Hardman volvió a poner en el centro de interés el acoso escolar. Debido a esto, es primordial que los adultos estén atentos a las señales que podrían indicar si tu hijo sufre de bullying u hostigamiento.
¿Qué es el bullying?
Bullying es un comportamiento de intimidación, maltrato físico o psicológico que se produce entre los escolares de manera reiterada.
Los investigadores lo han definido como una serie de amenazas constantes que angustian a la víctima y establecen un desequilibrio de poder entre ella y su acosador.
Atento a las señales
Detectar el bullying es tarea tanto de profesores como de padres, quienes deben advertir las señales que puedan aparecer generalmente en el ámbito familiar.
Los niños que son víctimas de bullying pueden tener miedo y no atreverse a contar lo que sucede. Por ello, es tan importante que los mayores observen ciertos comportamientos que pueden estar advirtiendo una situación de acoso escolar.
No quieren asistir a clase
Manifiestan deseos de no ir a clases e inventan malestares para no asistir al colegio. El adulto debe generar confianza para que exprese de manera verbal qué es lo que le incomoda o por qué se siente mal.
Cambios en su comportamiento
Generalmente los niños dejan de hablar con sus amigos de siempre y evitan estar en familia. Pasan a ser más introvertidos y se ponen nerviosos cuando deben ir al colegio. Tienen cambios de humor y constantemente parecen estar tristes.
Cambios en el rendimiento escolar
Un niño víctima de bullying podría dejar de sentir interés por sus estudios. Tiene poca concentración y le cuesta motivarse en situaciones que antes mantenían su atención.
Síntomas psicosomáticos
Entre los síntomas que los menores pueden presentar se encuentran las alteraciones del sueño, malestar al levantarse, dolores de cabeza y problemas digestivos.
Una comunicación abierta y positiva ayudará crear confianza con los hijos. De esta forma será más fácil identificar los síntomas y enfrentar la situación.