Warnken sale en defensa de Amarillos por Chile y asegura que “no es un grupo de la élite” que viene a defender cuotas de poder
El comunicador explicó que el movimiento busca representar a las personas que creen en tolerancia, moderación y prudencia durante el proceso constituyente.
El comunicador y fundador del movimiento Amarillos por Chile, Cristián Warnken, salió en defensa de la agrupación integrada por académicos y ex miembros de la extinta Concertación.
Según señaló el poeta, “esto no es un grupito de la élite que viene a, como se ha querido caricaturizar de manera bastante simplista, defender sus cuotas de poder”.
“Yo mismo soy independiente, pero siempre he sido de izquierda. Fui militante de izquierda, pero nunca he participado de ningún gobierno, ni siquiera una pequeña agregaduría cultural”, sostuvó Warnken en entrevista con el matinal Tu Día de Canal 13.
Respecto al trabajo de la Convención Constitucional, donde se están votando en particular las normas de la nueva Constitución, Warnken advirtió que el mayor error que podrían cometer los convencionales es que sigan “primando estas posturas maximalistas”, porque es probable que triunfe el Apruebo en el plebiscito de salida, pero, “no se puede descartar que pueda triunfar el Rechazo”.
Warnken dice que Amarillos por Chile no está a favor del Rechazo
Cristián Warnken también explicó que el movimiento Amarillos por Chile no surgió para impulsar la opción Rechazo en el plebiscito de salida a la propuesta de nuestra nueva Carta Magna.
“Yo no estoy por el Rechazo y no quiero estar por el Rechazo. Pero si no gana por una mayoría categórica, sería un fracaso de la Convención y de todo este proceso. Porque una Constitución que no parte reuniendo a todos, parte coja”, destacó.
Por el contrario, explicó que Amarillos por Chile surgió “espontáneamente a partir de una carta que yo escribí”, ya que, “hoy, la persona que plantea ideas de tolerancia, de moderación, de prudencia, es inmediatamente motejado como alguien que no participa de esta gran euforia refundacional en curso”.
“El amarillismo que partió como denostación, nosotros quisimos reconvertirlo en un color de esperanza. Nuestro intento de levantar una voz distinta es decir que esta Convención termine presentando un proyecto que sea aprobado por una gran mayoría de los chilenos”, contó Warnken.