Creatividad como motor de desarrollo
Señor director:
Aunque se trata de un significado amplio, que abarca desde la expresión artística hasta la resolución de problemas en contextos socioeconómicos, Naciones Unidas (ONU) instauró el 21 de abril como el Día Mundial de la Creatividad con el objetivo de concienciar sobre el fundamental rol de la creatividad, la tecnología y la innovación en el desarrollo humano.
Con la pandemia por COVID-19 se ha configurado un escenario inédito para Chile y el mundo, desafiando a todos los gobiernos, empresas público-privadas, organizaciones de la sociedad civil y, por cierto, Instituciones de Educación Superior (IES) a reimaginar el futuro, donde las nuevas tecnologías, la economía inteligente y los cambios en el convivir irrumpen aceleradamente en sociedades cada vez más complejas, demandantes de mínimos civilizatorios para todos y todas quienes habitamos este lejano punto azul como lo describía Carl Sagan.
En esa línea, la llamada economía creativa —que incluye productos audiovisuales, diseño, nuevos medios de comunicación, artes escénicas, industria editorial y artes gráficas— surge como un sector transformador de la economía mundial en términos de generación de ingresos, creación de empleo e ingresos de exportación, lo que se proyecta como un componente esencial del desarrollo sostenible y una fuente de identidad, innovación y creatividad para el individuo y para la comunidad.
Formar capital humano altamente especializado, creativo e innovador debe asumirse en los perfiles de egreso de las IES técnico-profesionales, entendiendo que es uno de sus principales aportes al rol público y camino a transitar hacia el desarrollo del país.
José Sanfuentes,
rector IP Arcos
tesorero del Consejo de Rectores Vertebral