Emilio Berkhoff tiene un largo historial de activismo promapuche

El 19 de abril, el Tribunal de Garantía de Traiguén condenó a Emilio Berkhoff por delitos de incendio y robo con violencia. Estos se remontan a un ataque incendiario que ocurrió el día 10 de mayo de 2020, en el fundo El Buen Retiro de Lumaco. La Fiscalía de Alta Complejidad de La Araucanía presentó acusación en este caso en enero de este año.

Hace cuatro meses, la misma fiscalía pidió 20 años de cárcel para el activista pro mapuche por los hechos. Pero, después de reconocer su colaboración al aceptar los hechos, la solicitud fue rebajada para siete años de cárcel. La sentencia fue leída el día 25 de abril.

Este no es el único caso imputado a Beckhoof. Él fue detenido el día 12 de junio de 2020 en Los Vilos, cuando viajaba en una camioneta que era parte de una caravana que daba “cobertura” al traslado de un cargamento de drogas, que iba hacia Concepción. El grupo tenía salvoconductos descargados desde la página web de la Comisaría Virtual y obtenidos con contratos de trabajo falsos.

El ex subsecretario del Interioemilior Juan Francisco Galli comentó en su perfil de Twitter esta semana sobre la sentencia de Berkhoff y elogió el trabajo coordinado de Ministerio del Interior e instituciones de persecución penal. “Da frutos y no existen tales presos políticos”, escribió.

 

Galli destacó a EL DÍNAMO la influencia de Berkhoff en la región de La Araucanía. “El nombre de Emilio Berkhoff aparece en varias de las reivindicaciones hechas por Weichán Auka Mapu particularmente en la provincia de Arauco. Eso no solo había un fin de causar daño sino también de generar temor en la población por requerir la libertad de supuestos presos políticos”, recuerda el exsubsecretario.

La familia

Nascido en Valdivia, en 1986, Emilio Berkhoff tiene como ancestros paternos colonos ucranianos-alemanes que migraron para el sur de Chile en el siglo 19. Su tatarabuelo, Emilio Berkhoff Kurre, llegó a Puerto Montt con menos de un año. La familia se estableció en Fundo Putabla, cerca de Máfil, región de Los Ríos. En los años 80, sus padres llegaron a trabajar para la Iglesia. Emilio Berkhoff Estrada, el padre, tenía un cargo en el Obispado, y Elisa Jerez, la madre, desempeñaba labores administrativas en la Vicaría de la Solidaridad y siempre se enfocó en labores sociales. “Éramos una familia de clase media normal, que nunca tuvo problemas con nadie”, recordó Estrada en 2013 en una entrevista al diario La Tercera.

Cuando la familia se mudó para Los Ángeles, de acuerdo con la biografía de Matías Catrileo, escrita por Fernando Pairicán, fue en esa época que Emilio Berkhoff conoció de cerca la causa mapuche. Durante varias ocasiones, él acompaño a su madre a manifestaciones en el Alto Biobío.

Años después, cuando ya era estudiante de antropología de la Universidad Católica de Temuco, conoció y se hizo amigo de Matías Catrileo, que también era estudiante en la época. De inicio ellos tenían visiones diferentes de cómo abordar el conflicto mapuche, pero después ellos terminaron confluyendo ideológicamente después.

De acuerdo con reportes de inteligencia policial, Berkhoff tuvo contacto por la primera vez con la CAM (Coordinadora Arauco Malleco) en esta época y también se hizo cercano a Héctor Llaitul, líder de la organización.

Berkhoff y la CAM

Cuando se retiró de la universidad, Berkhoff comenzó una relación amorosa con Peggy Bocaz, activista promapuche y que participaba de la red de apoyo a la CAM. Aunque no sea de origen mapuche, él se reconocía como cercano a la CAM ideológicamente. En una entrevista publicada por Emol, en 2013, el chileno defendió como legítimo “el uso de la violencia por un pueblo oprimido, que lucha por no desaparecer y por recuperar lo usurpado”.

“La CAM es una “organización con un proyecto político claro y con capacidad de perpetuar la vida del pueblo mapuche, pues entiendo que en el marco del sistema capitalista este pueblo está condenado a desaparecer bajo la bota del poder. Por esto es necesario que el proyecto sea anticapitalista y revolucionario”, dijo en otra entrevista, en 2014, a El Ciudadano.