Factoring 2.0: la evolución del financiamiento para pymes
Con las fintech, el factoring ha derivado en el desarrollo de productos con mejores condiciones que las ofrecidas por la industria nacional como es el caso del pronto pago.
Según la encuesta “Impacto Pandemia” de la Asociación Chilena de Emprendedores (Asech), la falta de liquidez (76,2%) y las deudas con entidades financieras (37,1%) aparecen como las complicaciones más repetidas entre las pymes. Sin embargo, existen otros mecanismos para afrontar la falta de liquidez como el factoring y, últimamente, como parte del nuevo ecosistema de las fintech, el pronto pago.
En el caso del factoring, las compañías reciben dinero a cambio de entregar sus facturas y pagar una comisión. Así, las firmas pueden obtener liquidez de forma inmediata para hacer frente a sus obligaciones sin necesidad de endeudarse. Sin embargo, el factoring tradicional hace responsable a las pymes, a través de un contrato, por el pago y la mora. Por lo tanto, en caso de que no se pague la factura, es la pyme la que debe saldar la deuda y no la firma que contrató sus servicios.
Con las fintech, el factoring ha derivado en el desarrollo de productos con mejores condiciones que las ofrecidas por la industria nacional como es el caso del pronto pago. Se trata de un mecanismo en el que las grandes empresas suscriben un acuerdo con la compañía financiera, para de esta forma entregar condiciones favorables de financiamiento a sus proveedores y que éstos puedan anticipar facturas obteniendo liquidez.
“A diferencia del factoring, en el pronto pago es la compañía que contrata el servicio de la pyme la que se hace responsable del pago y la mora de la factura, por lo tanto, las pequeñas y medianas empresas quedan excluidas de cualquier responsabilidad relacionada a la deuda”, explica Oliver Vega, country manager de Cumplo.
En caso de que la pyme no pueda acceder a este mecanismo de financiamiento, por no ser proveedora de una gran empresa, hoy también existen alternativas de factoring más convenientes. Por ejemplo, hay compañías que cobran la tasa una vez que se paga la factura, que devuelven los intereses ahorrados cuando se prepaga o que permiten realizar todo el proceso digitalmente y sin papeleos.
“En la actualidad las pymes cuentan con muchas más opciones que antes para conseguir liquidez a bajo costo y con rapidez. La industria del factoring ha evolucionado y existen alternativas más favorables para que las pequeñas y medianas empresas se puedan financiar. Sin embargo, es muy importante que los emprendedores conozcan estas opciones y así puedan elegir la más conveniente para sus necesidades”, concluye Vega.