Siches responde por desalojo a Enap: “Limitar el acceso es algo que no se podía mantener en el tiempo”
La ministra del Interior salió al paso de los cuestionamientos del alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, que acusó al Gobierno de reprimir a los trabajadores subcontratados y tratar con “guante blanco” a los camioneros.
La ministra del Interior, Izkia Siches, salió al paso por las críticas de sectores del propio oficialismo al desalojo ordenado por el Gobierno a los trabajadores subcontratados que mantenían bloqueados los accesos a la refinería de la Empresa Nacional del Petróleo (Enap) de la comuna de Hualpén, en la región del Biobío.
Una de las quejas vino de parte del alcalde de Recoleta y ex candidato presidencial del Partido Comunista (PC), Daniel Jadue, quien afirmó que “a los camioneros sediciosos se les trata con guante blanco y voluntad de diálogo pero a los trabajadores que luchan por reivindicaciones laborales justas se les reprime con brutalidad”.
Consultada por estos reclamos, la jefa de gabinete planteó que “el alcalde está en todo su derecho de ejercer su opinión, son situaciones complejas, no han sido fáciles de manejar, pero el objetivo del Gobierno es velar por el bienestar de toda la población”.
“Limitar el acceso a una empresa estratégica como es la Enap es algo que evidentemente no se podía mantener en el tiempo”, precisó.
Por el desalojo, la ministra manifestó que “hemos hecho todos los esfuerzos, tal como nos pasó con las movilizaciones de los transportistas y camioneros, de primero tener instancias de diálogo y conversación, pero también como Gobierno tenemos el deber de garantizar el abastecimiento y el libre tránsito por nuestras carreteras y no poner en riesgo a las personas ni el funcionamiento de nuestras ciudades”.
“Las puertas del diálogo están abiertas a los trabajadores para llegar a acuerdos y esperamos que hechos como estos no se vuelvan a repetir. Hacemos un llamado a los trabajadores y trabajadoras de que hay empresas estratégicas para el funcionamiento de nuestro país”, expresó.
Los trabajadores subcontratados se habían tomado el acceso a la refinería exigiendo una mesa de diálogo que pudiera responder su petitorio.