Carta de un estudiante de 4to medio
Señor director.
Me dirijo a usted en mi calidad de estudiante de cuarto medio y como miembro de las generaciones más jóvenes de Chile.
Hemos crecido en un país donde existía la posibilidad de planear a futuro, de soñar en grande y luchar por conseguir nuestros anhelos. Un país donde la desigualdad intergeneracional era cada vez menor, acompañada de una disminución de la pobreza año a año. A pesar de esto, como generación hemos crecido conscientes de que debemos velar por un país más justo y donde cada vez sea mayor la cantidad de personas que superan la adversidad.
Veíamos desde la vereda del frente a países vecinos donde el terrorismo era el pan de cada día, y nos era inimaginable pensar en convivir con el narcoterrorismo.
Lamentablemente, todo cambió.
Pertenezco a una generación donde el temor de no poder desarrollarse en un Chile libre crece diariamente. Presagiar un Chile donde la calidad de vida sea cada vez peor y las oportunidades de salir adelante disminuyan constantemente, no es más que una mirada a futuro con ambos pies puestos en la realidad política, social y económica de nuestro país.
Somos conscientes de que nuestra sociedad está en un proceso de cambio y que entre todos debemos participar en este proceso, impulsando cambios cuyo valor principal resida en los acuerdos entre las diferentes voces de opinión.
Nuestro desafío es encontrar el camino adecuado para realizar esos cambios, y creo firmemente que la propuesta de nueva constitución no es el camino adecuado. Una carta magna que divide Chile, que privilegia a unos pocos ya sea por su identidad sexual u origen étnico, y que fue elaborada en una convención constituyente en la que no se llegó a acuerdos entre todos los sectores y se impuso un sector totalmente radicalizado, no es el camino correcto para generar cambios.
Mi generación anhela cambios en paz y en acuerdo, cambios que nos permitan ver a futuro y pensar en un Chile mejor.
Fernando Cartes Martínez.
Estudiante 4to medio en la región de la Araucanía.