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12 de Julio de 2022

Tras cuatro años de monitoreo en Parque Humedal Río Maipo se registran los primeros nacimientos de Pilpilén

El programa de conservación de esta ave catalogada “casi amenazada” contó con el anillamiento de 15 aves, la instalación de cámaras y la construcción de un cerco para evitar que perros y zorros depredaran los nidos, y fue financiado por clientes de Banco Santander a través de su compensación de huella de carbono

Por Camila Luengo
Gracias a los esfuerzos de conservación se pudo resguardar el hábitat reproductivo de esta ave para alcanzar este hito. Cámara de monitoreo del Parque Humedal Río Maipo.
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Tres polluelos de Pilpilén Común nacieron en el Parque Humedal Río Maipo, ubicado en la comuna de Santo Domingo, lugar donde hace cuatro años no se había registrado alguna oclusión de huevos de esta ave de categoría “casi amenazada”, según el reglamento de Clasificación de Especies Silvestres.
Alimentándose del mar y anidando en la arena, el Pilpilén Común es un ave que habita en el borde costero, una zona amenazada por la urbanización, la industrialización, la actividad humana junto con sus mascotas. Esto se suma a las amenazas naturales como son los zorros chilla y los perros de vida libre.

El nacimiento de estos polluelos fue gracias a la implementación de una serie de iniciativas para resguardar las áreas de reproducción de esta especie y minimizar cualquier perturbación y depredadores.

“En 2018 la Municipalidad de Santo Domingo nos entregó la administración del parque en comodato. Desde ese entonces hemos ido descubriendo y aislando los factores más importantes que han impedido que el pilpilén no haya podido tener nacimientos en la ribera sur del Río Maipo. Cerramos el humedal para sacar al ganado que pastaba ahí, dejaron de transitar autos, se excluyó la actividad de kitesurf y la pesca, y la entrada de mascotas que ahuyentan a las aves”, expresó Diego Urrejola, Director Ejecutivo de Fundación Cosmos.

Además, el plan de conservación constó en el anillamiento de 15 aves para su registro, la instalación de 10 cámaras trampas y la construcción de un cerco de 100 x 50 metros para que el Pilpilén pudiera despegar y aterrizar, alimentarse, procrear y poner sus nidos. 

En adelante se espera agrandar el cerco donde anidan estas aves y seguir con el monitoreo de los polluelos recién nacidos para ver cuántos llegan a adulto. 

En el Parque Humedal Río Maipo conviven más de 180 especies de aves, residentes o migratorias, y todos los esfuerzos para cuidar al Pilpilén impactan positivamente a estas otras especies.
El parque está abierto a público de forma gratuita y para poder observar al Pilpilén, Nicol Morales, guardaparque del Parque Humedal Río Maipo, recomendó ir con binoculares, “porque es un ave muy sensible. Hay estudios que han determinado de que ellos se dan cuenta a 80 metros de distancia de que hay otro individuo cerca de él. En invierno andan en grupo, pero si vienen en verano los van a ver más separados unos de otros, sin embargo, en pareja. Para identificarlos, lo más distintivo es su pico rojo. Además, tiene el lomo café y el pecho blanco”. 

Alianzas de trabajo

La Fundación Cosmos trabajó el plan de conservación junto al apoyo de la Municipalidad de Santo Domingo; Banco Santander, con su programa Huella; PiCparks; la Universidad Santo Tomás; el Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell; otras entidades como la Red de Observadores de Aves de Chile con quienes se realizó el anillamiento de los pilpilenes, que consiste en colocarles una anilla en la pata del animal para identificarlo; y con el biólogo Agustín Iriarte para la investigación de las amenazas que tienen estas aves.

“La administración del parque y del Santuario la hemos realizado como una gestión público-privada. El nacimiento de estos polluelos nos muestra que estamos en la senda correcta y esperamos seguir sumando voluntades, sobre todo el compromiso de la propia comunidad, para conservar un socioecosistema tan frágil y único como el Humedal Río Maipo”, afirmó Diego Urrejola.

Este hito demuestra los esfuerzos de conservación y colaboración entre distintas organizaciones y la propia comunidad, para preservar esta especie que en la actualidad enfrenta diversas amenazas que comprometen su éxito reproductivo.
Este hito demuestra los esfuerzos de conservación y colaboración entre distintas organizaciones y la propia comunidad, para preservar esta especie que en la actualidad enfrenta diversas amenazas que comprometen su éxito reproductivo.

Programa Huella

El programa Huella CO2 de Banco Santander es un modelo de financiamiento para la conservación de la biodiversidad de Chile, donde el 100% de los aportes de las personas y del Banco se destinan a financiar proyectos de conservación.

Con esta iniciativa, los clientes del banco pueden conocer cuál es su huella de carbono, según sus compras realizadas, y cómo compensarlas voluntariamente. 

Para Diego Urrejola, “lo interesante del programa es que compromete a la gente con la iniciativa. Es el cliente el que se está involucrando con la conservación, lo que es súper interesante porque necesitamos los recursos, pero a su vez necesitamos que la gente sea consciente de su impacto, y que conozca a dónde van sus donaciones y se eduque sobre ese proyecto ambiental”, indicó.  
Por su parte Matías Martino, gerente de Segmento de Banco Santander señaló que “en Santander somos conscientes de que hay que actuar ahora contra el cambio climático, por lo que, junto con poner en marcha diversas iniciativas en esa línea, creemos que debemos ser habilitadores para que nuestros clientes también puedan unirse a este desafío”.

Además del Parque Humedal Río Maipo, el programa Huella CO2 ha aportado, a través de PiCparks, a los parques El Durazno en la región de Coquimbo, y la Reserva Huilo Huilo. A partir del próximo mes se suma el apoyo al Parque Karukinka en la región de Magallanes, luego a la Reserva Costera Valdiviana en Los Ríos, y al Parque Santuario de la Naturaleza San Juan de Piche en la región Metropolitana.

Diego Rigo-Righi, gerente de operaciones de PiCparks, explicó que “nosotros estamos entre Santander y las fundaciones para garantizar que el 100% del aporte del cliente sea utilizado en el proyecto específico al cual fue destinado, que ese proyecto se ejecute y genere un impacto positivo en la naturaleza. El programa Huella de Banco Santander es una innovación porque les da una oportunidad a las personas, de fácil acceso en el día a día, de poder compensar su huella, un programa como este no existe en otra parte del mundo”.

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