Asociación de Isapres responde a Yarza por caso Colmena: “Cierre puede producirse en solo meses”
“Debemos ser tajantes: las isapres ya no tienen margen de operación, hoy funcionan únicamente con aportes de capital de sus dueños y el cierre puede producirse en solo meses", señaló el organismo gremial.
“Así, ante una imposibilidad de ajustar las tarifas y con los costos de salud al alza, coberturas fijas y de por vida para los afiliados, las Isapres caerían en un déficit permanente, que inevitablemente marcaría el final del sector”, agregó. AGENCIA UNO/ARCHIVO
La Asociación de Isapres salió al paso de los cuestionamientos surgidos desde el mundo político por el anuncio de Colmena de demandar a los afiliados que busquen frenar las alzas en los precios de planes de salud.
En una declaración pública, el organismo aseguró que “el sector se encuentra en una situación crítica”, cuestionando a la Superintendencia de Salud por los impedimentos para poder reajustar al alza sus valores.
La Asociación detalló que “el sistema de isapres registra pérdidas por $ 170 mil millones en los últimos 15 meses. El problema de fondo no tiene que ver con esta cifra, sino con el impedimento para corregir esta situación provocado por la Superintendencia de Salud al desconocer las normas dictadas, solo meses antes, que disponen un mecanismo valido para el cálculo de los ajustes de precio”.
“Así, ante una imposibilidad de ajustar las tarifas y con los costos de salud al alza, coberturas fijas y de por vida para los afiliados, las Isapres caerían en un déficit permanente, que inevitablemente marcaría el final del sector”, agregó.
En esta línea, la Asociación de Isapres recordó que “la Ley 21.350 congeló el precio de los planes por dos años y le quitó a las isapres la potestad de ajustar las tarifas, trasladándola a la Superintendencia de Salud. Esta entidad calculó la variación de costos en el sistema, constató un alza del 30% y fijó un 7,6% como tope de reajuste. Las isapres cumplieron cabalmente la norma, que fue objetada posteriormente por la Superintendencia de Salud y ahora está siendo revisada por la Corte Suprema”.
Por su parte, el organismo apuntó contra la ministra María Begoña Yarza, quien planteó que era poco probable que la industria quebrara, indicando que “si se considera la información del sistema desde 2018 hasta marzo pasado, el resultado es una pérdida de $14 mil millones”.
“Debemos ser tajantes: las isapres ya no tienen margen de operación, hoy funcionan únicamente con aportes de capital de sus dueños y el cierre puede producirse en solo meses. Afirmar lo contrario es arriesgado, porque hay de por medio casi tres millones y medio de afiliados que escuchan llamados a la tranquilidad y que podrían verse, de la noche a la mañana, sin cobertura de salud, a la vez que Fonasa tendría que acoger a cientos de miles de nuevos afiliados en una red de prestadores estrecha y que mantiene abultadas listas de espera”, puntualizó.
