Amarillos fake
El Presidente del PC, en un rapto de sinceridad que se agradece, se apresuró a decir esto mismo, y su colega Jadue salió derechamente a criticarlos.
Apareció una nueva variedad en la jungla política chilena: los Amarillos Fake.
Estos son una mala copia de nosotros los Amarillos Verdaderos , los orgullosos, los de verdad, los que desde Febrero advertimos que la Constitución traía graves errores. Todos los Fake se dedicaron en ese momento, con fe de carbonero, a cancelarnos y funarnos, y ahora… recogen cañuela y dicen que siempre sí, que van a ser buenitos, que apenas se apruebe el malhadado texto, le van a meter un poco de maquillaje.
Son fake por varias razones: la primerísima es que ellos mismos se encargaron de ponerle candados a su constitución, (incluyendo plebiscitos varios y consentimiento indígena) y, por ende, en caso de aprobarse, va a ser muuuy difícil hacerle las mejoras que propusieron, menos aún a la plurinación. El Presidente del PC, en un rapto de sinceridad que se agradece, se apresuró a decir esto mismo, y su colega Jadue salió derechamente a criticarlos.
Pero hay más: si bien nos prometen una manito de gato, dejaron igual el pésimo sistema político (que es lo primordial), donde apenas balbucearon que lo revisarían quien sabe cómo.
La descentralización desintegradora tampoco la tocaron.
La catástrofe productiva y económica que va a producir la “incomerciabilidad” del agua quedó impoluta.
Las huelgas de solidaridad, esas que van a generar una verdadera industria de los bonos de término de conflicto, quedó igualita.
Y muchos pecadillos más.
Señor, señora, no se deje engañar por el producto falso, de mala calidad. Compre Amarillo Verdadero, yendo a votar Rechazo sin falta el día 4.
Ahí sí que podremos reiniciar el proceso para lograr una buena y nueva Constitución, una que sea aprobada por no menos de dos tercios de los ciudadanos.