Estudio revela que educadores inmigrantes son en su mayoría venezolanos y trabajan en colegios subvencionados
La presencia de docentes extranjeros en las aulas chilenas es baja en comparación con la que se observa en otros países
Un estudio de las universidades de Chile, de Santiago y Arturo Prat analizó los datos del Directorio Oficial de Docentes del Ministerio de Educación entre 2015 y 2020 para caracterizar la inserción de los educadores inmigrantes en el sistema escolar chileno.
La presencia de docentes extranjeros en las aulas chilenas es baja en comparación con la que se observa en otros países, ya que al 2020 había 3.200 educadores de otras nacionalidades en los establecimientos del país, lo que representa el 1,3% del total de profesionales en ejercicio.
A pesar de ello, la participación de docentes inmigrantes aumentó en un 218,9% entre 2015 y 2020, con un acelerado crecimiento en establecimientos particulares subvencionados (50,8% de los educadores extranjeros trabajaban en establecimientos de esta dependencia en 2020), y en el número de educadores provenientes de Venezuela (49,3% de los educadores extranjeros en 2020), resultados congruentes con las tendencias de inmigración reciente en Chile.
“La diversificación de la profesión docente, que permite contar con educadores étnica y culturalmente diferentes, puede generar importantes beneficios, como la mejora de las experiencias académicas y sociales de los estudiantes inmigrantes o pertenecientes a minorías étnicas, y el desarrollo de actitudes positivas hacia la diversidad en sus comunidades educativas. Considerando esto y la proyección del déficit de profesores en el país, es importante promover la adecuada inserción laboral de los educadores inmigrantes”, explicó la Investigadora del CIAE, y una de las autoras del estudio, Lorena Ortega.
El estudio encontró que, en general, los educadores inmigrantes se desempeñan, en una proporción mayor que sus pares chilenos, en establecimientos urbanos, de nivel socioeconómico alto, y particulares subvencionados y privados, tendencia contraria a la de los estudiantes inmigrantes, quienes en su mayoría asisten a establecimientos públicos.
El estudio encontró, además, que su inserción en el sistema escolar chileno se da de manera segmentada, distinguiéndose cuatro grupos:
- Educadores inmigrantes de países latinoamericanos, en establecimientos del sector público y de nivel socioeconómico medio-bajo, desempeñándose como docentes de aula en áreas sin escasez, y precarizados (contratos no-indefinidos y alta movilidad). Este grupo representa un 14,9% de la población de educadores inmigrantes en el sistema escolar chileno.
- Educadores inmigrantes de países latinoamericanos, en establecimientos del sector privado subvencionado y de nivel socioeconómico medio y medio-bajo, desempeñándose en áreas de escasez y precarizados (contratos no-indefinidos y alta movilidad). Son el 44,5% de los educadores inmigrantes.
- Educadores inmigrantes de países latinoamericanos y otros, en establecimientos del sector privado subvencionado y de nivel socioeconómico medio y medio-alto, desempeñándose como directivos y docentes de áreas sin escasez, y con contrato indefinido y menor movilidad. Corresponden al 11,2%.
- Educadores inmigrantes de países no latinoamericanos, en establecimientos del sector privado no subvencionado y de nivel socioeconómico alto, desempeñándose en áreas de idioma extranjero y otras, con contrato indefinido y movilidad moderada. Son el 29,4% de los educadores inmigrantes.