GOPE activó procedimiento después de un aviso de bomba en el Hospital de Talca
El centro asistencial de la capital regional fue cerrado por los funcionarios policiales como medida de precaución.
El aviso de bomba fue anónimo. ARCHIVO/AGENCIAUNO
El Grupo de Operaciones Especiales de Carabineros (GOPE) inició un operativo esta mañana en el Hospital de Talca, tras recibir el aviso anónimo sobre la presencia de una bomba al interior del recinto asistencial.
Hasta el Hospital de Talca llegaron los efectivos policiales del GOPE, además de voluntarios de Bomberos. Ya en el lugar, los policías procedieron a cerrar el acceso al hospital y mantuvieron a los curiosos a una distancia prudente.
Desde el Hospital de Talca, en tanto, dieron a conocer que se trató de una falsa alarma y que ya lo habían informado a los trabajadores del recinto, para su tranquilidad.
“Realizamos un llamado a la calma, ya que la situación se encontró descartada“, advirtieron en el principal centro asistencial de la ciudad de Talca. A la vez, las autoridades del recinto lamentaron la situación y manifestaron que los pacientes no se vieron afectados en ningún momento.
Se informó también que la indagatoria quedará a cargo de Carabineros, que hará las investigaciones pertinentes para dar con la identidad de la persona que realizó la llamada.
Hospital de alta complejidad
El Hospital Dr. César Garavagno Burotto, también conocido como Hospital Regional de Talca, es un centro asistencial público y docente de alta complejidad. Se trata del principal centro de referencia de la Región del Maule y se le considera uno de los recintos hospitalarios más antiguos del país.
En mayo pasado, este centro de salud, de más de 210 años de antigüedad, hizo noticia por un paro de enfermeras y técnicos en enfermería de su pabellón central, que tuvo como objetivo, según los trabajadores movilizados, lograr mejores condiciones “para entregar una atención de calidad y oportuna a nuestros usuarios”.
El Colegio Médico Regional declaró en esa oportunidad de “si bien es cierto que detener el funcionamiento de las labores no es bueno para los pacientes, tampoco es bueno seguir en las condiciones de precariedad en las cuales trabajan los funcionarios de la salud”.
