Vladimir Putin decide no asistir al funeral de Mijaíl Gorbachov
El presidente ruso visitó el hospital donde está el ataúd del ex mandatario, colocó un ramo de rosas y se quedó en silencio por unos minutos.
Vladimir Putin, presidente de Rusia, no asistirá al funeral del ex presidente soviético Mijaíl Gorbachov, que será celebrado el próximo sábado, pero le presentó sus respetos. La decisión refleja la ambivalencia del Kremlin sobre el legado de Gorbachov.
Antes de partir en una gira de trabajo en Kaliningrado, el enclave báltico en el extremo occidental del país, Putin visitó el hospital de Moscú, donde está el cuerpo de Gorbachov antes de la ceremonia del próximo fin de semana, señaló Dmitry Peskov, vocero del Kremlin.
“Lamentablemente, el horario de trabajo del presidente no le permitiría [asistir al funeral] el sábado, por lo que decidió hacerlo hoy”, explicó Peskov durante una conferencia telefónica con periodistas.
La televisión estatal rusa mostró a Putin caminando hacia el ataúd abierto de Gorbachov y colocando un ramo de rosas rojas. Se quedó en silencio por unos momentos, inclinó la cabeza, tocó al ataúd, se santiguó y se alejó.
Cómo será el funeral de Gorbachov
Mijaíl Gorbachov murió el martes 30 de agosto y será enterrado en el cementerio Novodevichy de la capital rusa junto a su esposa Raisa, tras una ceremonia de despedida en el Salón Pilar de la Casa de los Sindicatos, una icónica mansión cerca del Kremlin que ha servido como sede para funerales de Estado en la época de la Unión Soviética.
Consultado por reporteros si Gorbachov tendrá un funeral de Estado, el portavoz Dmitry Peskov indicó que el acto tendrá “elementos” de un funeral de esa categoría, como una guardia de honor y que el gobierno ayudó a organizarlo. Pero no entregó detalles de las diferencias con un funeral de Estado en su totalidad.
La decisión de Vladimir Putin de hacer una visita privada al hospital y no asistir a la ceremonia pública del próximo sábado, combinada con la incertidumbre respecto al funeral de Estado, refleja la inquietud del Kremlin por el legado de Gorbachov.
El ex líder ha sido elogiado en occidente por poner un final a la Guerra Fría, pero muchos en Rusia lo consideran responsable por el colapso soviético de 1991 y de hundir a millones en la pobreza.
Además, un funeral de Estado también obligaría al Kremlin a invitar a los líderes extranjeros para que asistan, algo que Moscú no haría debido a las tensiones por los conflictos con Ucrania.