Rechazo confirma debacle de la Convención y asesta derrota al gobierno de Boric
En una jornada de alta participación, el país desestimó la propuesta elaborada por la Convención Constitucional, lo que obligará al oficialismo y a la oposición a tomar nuevos caminos constitucionales.
Chile rechazó durante este domingo la propuesta de nueva Constitución que fue redactada por un año por la Convención Constitucional, en un proceso que se gestó tras el Acuerdo Por la Paz Social y la Nueva Constitución firmado en noviembre de 2019, en pleno estallido social, y que se cristalizó en un plebiscito de entrada en octubre de 2020.
La jornada del plebiscito de salida contó con una alta participación, incidida principalmente por la inscripción automática y votación obligatoria -que se estableció por primera vez en la historia-, la ciudadanía decidió inclinarse por el Rechazo sobre el Apruebo.
El proceso comenzó con la votación en el exterior, que presentó un importante aumento en la participación y en donde la opción Apruebo se inclinó por un 61%, 10 puntos menos que la ventaja de 71% que había logrado el presidente Gabriel Boric en la segunda vuelta frente al candidato republicano José Antonio Kast.
Las primeras mesas en cerrar fueron las de la región de Magallanes, las que mostraron la ventaja para el Rechazo por 60% contra 40% del Apruebo, – la que finalmente cerró en 55,26% contra 44,74%- en un verdadero golpe electoral para el mandatario, quien había logrado ganar en todas las elecciones que había disputado en la zona.
Tras las 18:00 horas se cerró el proceso en el resto del país y se contabilizaron los primeros cómputos, los que mostraron una clara tendencia a la negativa hacia la propuesta de la Convención Constitucional.
Esto se confirmó cerca de las 22:00 horas, cuando el Servicio Electoral informó que con el 99,9% de las mesas escrutadas, el Rechazo logró el 61,87% de los votos contra un 38,13% del Apruebo.
La debacle de la Convención
La Convención Constitucional, que fue elegida en mayo de 2021 con paridad, escaños reservados y una abrumadora de los independientes, fue escenario de innumerables polémicas, las que partieron el día de su inauguración, en 4 de julio de ese mismo año, con un acto de apertura marcado por los gritos y el desorden.
En septiembre de ese año se registró un golpe mortal para el organismo: Rodrigo Rojas Vade, uno de sus vicepresidentes adjuntos, reconoció que había mentido sobre su diagnóstico de cáncer. Desde entonces, la credibilidad de los constituyentes nunca se recuperó.
La aprobación de normas en educación, salud y vivienda, las que en varios casos no estuvieron en línea con los patrocinios entregados por la ciudadanía en las Iniciativas Populares de Norma, distanciaron aún más a la Convención del debate público.
Algunos convencionales como Daniel Stingo, Elsa Labraña, Ivana Olivares, Marcos Barraza, Jaime Bassa y Fernando Atria protagonizaron diversas polémicas, tanto por sus votaciones como sus mensajes.
Dura derrota para el Gobierno
El Gobierno había puesto sus fichas por el proceso. Con una Convención Constitucional dominada por representantes del oficialismo e independientes de izquierda, el Ejecutivo ponía al triunfo del Apruebo como una base fundamental para el desarrollo de su programa.
El propio presidente Boric, además de la vocera Camila Vallejo y el ministro de la Segpres, Giorgio Jackson, habían planteado que era “muy difícil” poner en marcha su agenda social con la Carta Magna vigente.
El 4 de julio, tras recibir el proyecto constitucional y con las encuestas dando ventaja al Rechazo, el jefe de Estado abrió las opciones de “continuidad” para el proceso constituyente, deslizando que de ganar esta opción se debía convocar a una nueva Convención.