La razones de la renuncia Lucía Dammert, jefa de asesores y consejera cercana del presidente Gabriel Boric
Tras su renuncia, se dio a conocer que otro cercano al mandatario, Miguel Crispi, tomará su lugar. Dammert estaba en el cargo desde marzo y sale tras varios episodios controversiales.
“El presidente expresa, a nombre de él y de todo su Gobierno, los más sinceros agradecimientos hacia Lucía, tanto por su rol en la campaña presidencial, como también por estos meses en el gobierno; funciones que cumplió con gran dedicación y profesionalismo”, se lee en el comunicado de prensa que envío el Gobierno para comunicar la salida de Lucía Dammert como jefa de asesores del Segundo Piso, anunciado esta mañana desde el Gobierno.
Dammert, quien jugó un rol clave como asesora durante la campaña del presidente Gabriel Boric, llevaba ejerciendo el cargo desde marzo y será reemplazada por Miguel Crispi, quien, tras el pasado cambio de gabinete, había pasado de director de la Subdere al Segundo Piso.
La dimisión por la llegada del Socialismo Democrático al Comité Político del frenteamplista, lo que terminó por “debilitar” la figura de Dammert al interior de la administración Boric y así lo advirtieron desde el propio oficialismo. Esto porque las recién asumidas ministras Carolina Tohá y Ana Lya Uriarte, de Interior y Segpres, respectivamente; tienen contacto directo tanto con el oficialismo y la oposición, que era el gran activo de Dammert.
Polémicas previas
Uno de los grandes problemas de Dammert fue su constantes roces con el PS. Son varios los detractores que la socióloga tiene en diversos sectores del socialismo. Esto debido a la compleja salida que tuvo cuando se desempeñaba en Ministerio del Interior durante el segundo mandato de Michelle Bachelet, donde sus relaciones con el influyente ex subsecretario del Interior de ese entonces, Mahmud Aleuy (PS) terminaron quebradas. Una situación que se extendió a funcionarios que hoy trabajan con el actual subsecretario de la cartera, Manuel Monsalve (PS) y quien es cercano a Aleuy.
Otro de los gatillantes de su salida fueron los conflictos que tenía Dammert con Antonia Urrejola, ministra de Relaciones Exteriores, con quien tuvo varios roces durante la Cumbre de las Américas, lo que incomodó al PS y produjo un quiebre interno al interior del círculo de confianza del presidente.
Tras de esto, Dammert comenzó a tomar un rol más técnico que político. Dejó de comunicarse con parlamentarios y jefes de partido, el cual era su rol durante la campaña y el proceso de instalación del Gobierno.