Isapres cuestionan alza de planes permitida por Superintendencia y reiteran “incertidumbre” en el sector
Las Isapres podrán incrementar el costo de sus planes a partir de un 1,4% y un 7,6% como tope máximo, causando el enojo de las empresas.
La Asociación de Isapres cuestionó el rango de alza de planes permitida por la Superintendencia de Salud, reiterando que con esto se socava el “deteriorado funcionamiento” del sector y eleva “incertidumbre sobre su viabilidad”.
Y es que según la Superintendencia el proceso de verificación ha arrojado una variación del costo operacional promedio detallado de la siguiente forma: Colmena, un 6,6%; Cruz Blanca, un 4,3%;, Vida Tres, un 1,4%;, Nueva Masvida, un 7,8 %; Banmédica, un 5,6%; y Consalud, un 14,4%.
Ante esto, las Isapres podrán incrementar el costo de sus planes a partir de un 1,4% y un 7,6% como tope máximo, causando el enojo de las empresas.
La Asociación de Isapres criticó que “la Ley 21.350, además de congelar el valor de los planes, suprimió la potestad de las Isapres para determinar el reajuste anual de precios, según los costos y demanda de uso del sistema, y mandató a la Superintendencia de Salud a establecer un valor tope. En el ejercicio de esta norma y con apoyo del INE, la autoridad constató que los costos aumentaron 30% en el sistema durante los últimos tres años. No obstante, se instruyó un máximo de alza de 7,6% para el período junio de 2022 a julio 2023, es decir, casi un cuarto del incremento real”.
Desde el organismo recalcaron que entregaron todos los antecedentes disponibles para que la Superintendencia para determinar el ajuste de precios, “pero la autoridad estableció una nueva fórmula de cálculo que subvaloró la variación real de costos. Así, la Superintendencia de Salud resolvió que solo las Isapres Consalud y Nueva Mas Vida podrán aplicar el tope del 7,6%. Las restantes Isapres se ubicarán por debajo de ese indicador: Banmédica 5,6%; Colmena 6,6%; Cruz Blanca 4,3%; y Vida Tres 1,4%”.
Para las Isapres, esto corresponde a “la aplicación de un método de cálculo anómalo por parte de la autoridad, que dificulta la correcta operación del sistema”.
Junto con ello, acusó a la instancia dirigida por Víctor Torres de “falta de claridad sobre las normas y los recurrentes cambios de criterio desde la autoridad, están llevado a las Isapres a un impensado límite de inoperatividad”.
Según las Isapres, la Superintendencia de Salud “socava el ya deteriorado funcionamiento del sistema y eleva la incertidumbre sobre su viabilidad, al impedir que las Isapres apliquen el reajuste necesario para mantener sus operaciones”.
“Mantiene en riesgo a tres millones de beneficiarios que han escogido el sistema de aseguramiento privado, y que ya están padeciendo consecuencias, como la suspensión de convenios en los prestadores privados. La situación de las Isapres hoy es más crítica que al inicio de la mesa de trabajo con el Ministerio de Salud, instancia donde, pese a las buenas intenciones declaradas, no se han generado aún acciones concretas que den certezas en el corto plazo”, mantiene.