El poder de China doblega crítico informe de Michelle Bachelet sobre derechos humanos
Estados Unidos y Noruega levantaron un requerimiento en las Naciones Unidas para analizar las violaciones a los derechos humanos en ese país que denunció la ex presidenta. La votación, eso sí, favoreció al gobierno del gigante asiático.
La última gestión que realizó Michelle Bachelet como alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU fue asegurar que en China se están violando las libertades del pueblo uigur. AGENCIA UNO/ARCHIVO
Las últimas apariciones públicas de Michelle Bachelet fueron en la antesala del Plebiscito de Salida al sumarse en la campaña del Apruebo y en la mismas votación que entregó el triunfo del Rechazo al borrador de la nueva Constitución. Este gesto de acercamiento con el país se concretó luego de dejar su cargo como alta comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en una función que finalizó con la ex mandataria chilena envuelta en una polémica con el gobierno de China.
Cumpliendo justo en el plazo pactado antes de su salida, Bachelet entregó un informe donde asegura que la administración de Xi Jinping está conspirando contra los derechos humanos de la población uigur en la zona de Xinjiang.
De acuerdo al oficio que firmó Bachelet, esta etnia musulmana del noreste del gigante asiático ha sufrido torturas, violencia sexual, tratamientos médicos forzados y otros vejámenes por mantener activas manifestaciones que expresan la idea de este pueblo para ser un estado independiente.
Estas conclusiones de la ex presidenta generaron la respuesta inmediata del gobierno chino, pues anteriormente la alta comisionada había declarado que existían presiones para minimizar la situación.
“Este informe está basado en desinformación y mentiras fabricadas por fuerzas antichinas. Ignora los logros y el devastador daño causado por el terrorismo y el extremismo”, fue uno de los mensajes que dirigieron hacia Michelle Bachelet, quien respondió que la politización de estas graves violaciones no hicieron fácil su tarea.
En ese mismo contexto, China finalmente pudo doblegar lo planteado por la ex gobernante. Su informe derivó en una votación que se realizó este jueves que podría haber permitido el debate entre los países para presionar y analizar lo que está sucediendo con los uigures.
Estados Unidos y Noruega levantaron esta moción en el Consejo de Derechos Humanos (CDH); sin embargo, la votación favoreció a Pekín por lo que el tema no se tratará en la próxima sesión de este órgano de la ONU programada para febrero y marzo de 2023.
Con 17 votos a favor de abrir un debate contra China, 19 en contra y 11 abstenciones (donde aparecen Argentina, México y Brasil), Ji Xinping demostró su influencia mundial para zafar, por ahora, de una revisión mundial de este caso. “Estados Unidos y otros países quieren poner en la agenda de este Consejo un problema que no existe en Xinjiang”, manifestó el embajador chino en Ginebra, Chen Xu.
Amnistía Internacional contra China
El resultado de la votación que dejó el último Consejo de Derechos Humanos, obviamente, no dejó conforme a Amnistía Internacional, organismo que aprobó el informe que Michelle Bachelet firmó antes de dejar su cargo.
“La votación protege a los responsables de violaciones de derechos humanos en lugar de a las víctimas y pone al CDH en una posición ridícula”, analizó Agnes Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional.
“Los intereses políticos y económicos no deberían triunfar frente a las dudas graves sobre derechos humanos y ningún país debería librarse del escrutinio del Consejo”, complementó la vocera de la organización internacional.
