Jueza Rutherford procesa a Juan Emilio Cheyre por mal uso de gastos reservados y queda en prisión
La ministra en visita lo investiga por malversación de caudales públicos mientras ejercía el cargo de comandante en jefe del Ejército, entre 2002 y 2006. En los próximos días la magistrada debe resolver si le otorga libertad bajo fianza.
La ministra en visita, Romy Rutherford, dictó procesamiento en contra del ex comandante el jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre, quien está acusado de la utilización irregular de $128 millones que debían ser destinados a labores de inteligencia.
El general en retiro quedó en prisión preventiva y en los próximos días deberá determinarse si puede obtener el beneficio de libertad bajo fianza.
La magistrada también amplió los cargos a Óscar Izurieta y a Juan Miguel Fuente-Alba, los cuales quedaron con las medidas cautelares que tenían, dado que ya habían estado sujetos a detención.
El dictamen se dio a conocer luego de la declaración del coronel (R) Sergio Vásquez, quien fue jefe de Contabilidad y Remuneraciones en la Comandancia en Jefe, entre 2010 y 2014, y luego jefe de Finanzas hasta 2018. En base a eso, la magistrada investiga si las irregularidades financieras al interior de la institución castrense llevaban años.
Los testimonios que lo incriminan
Otro testimonio que complica la situación de Juan Emilio Cheyre es el del coronel (R), Juan Pablo de la Fuente, quien fuera jefe de Finanzas de la Comandancia en Jefe, entre 2002 y 2005.
En su testimonio ante la ministra en visita, De la Fuente asegura que recibía instrucciones directas de Cheyre para desviar fondos. “El general Cheyre me daba las instrucciones para que fuera retirando los recursos de gastos reservados en la Dirección de Finanzas del Ejército (…). Había ciertos gastos mensuales que estaban dispuestos para pagar con estos recursos, tales como pago a los ex comandantes en jefe. En esa época al ex comandante Ricardo Izurieta Caffarena, a quien se le entregaban mensualmente $400.000, y no recuerdo si también se le entregaba al general Augusto Pinochet”, afirmó en su testimonio.
El oficial en retiro también ratificó el denominado “perdiem”, una especie de viático que se les daba a los generales que salían al extranjero. En un comienzo de la investigación se les imputó a todos los sucesores de Cheyre, pero según la declaración de De La Fuente, también era algo instruido en el periodo de su jefe directo.
“Por orden del comandante en jefe, general Cheyre, entregaba una cantidad de dinero a razón de USD1.000 o USD1.500, según la instrucción que daba él, y se les entregaba a los generales que iban en comisión de servicio al extranjero, pero no a todos, solo los que el comandante en jefe señalaba”, dijo ante la jueza.