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10 de Noviembre de 2022

La sequía avanza, pero la batalla no se detiene

Los Sistemas Alimentarios Sostenibles, garantizan la seguridad alimentaria y la nutrición de todas las personas sin poner en riesgo sus bases económicas, sociales y ambientales para las futuras generaciones.

Por Francine Brossard
Finalmente, debemos tener presente que un sistema innovador puede ser la recuperación de prácticas tradicionales, no entenderlo como algo difícil sino cómo gestionar el conocimiento local y unirlo a las nuevas tecnologías. AGENCIA UNO/ARCHIVO
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Un llamado a repensar el modelo agroalimentario actual que asegure la alimentación para todos. Esa es nuestra batalla, batalla que no se te detiene, continúa. Hasta hace algunos años nuestra producción en agricultura se solía pensar de forma cuantitativa, sin considerar en cómo se llegaba a dicha producción. La variedad de climas de nuestro país y la riqueza de su tierra lograba que Chile pudiese codearse con los líderes exportadores en diversas materias. Sin embargo, las inclemencias y efectos del cambio climático, reflejados en sequía, han reconvertido diversos territorios, obligando a los agricultores a buscar nuevas formas de producir, rescatar variedades e innovar para poder continuar en el rubro.

Desde esta necesidad el Gobierno ha sido enfático y el mensaje es claro: se debe producir más con menos. Es la única forma pues se debe aprovechar cada recurso para poder disponer de alimentos adecuados para la correcta nutrición, en forma segura, y conforme a las necesidades de las comunidades locales. Por esto, la clave radica en promover y contar con Sistemas Alimentarios Sostenibles, los cuales sustenten los conceptos de seguridad y soberanía alimentaria.

Los Sistemas Alimentarios Sostenibles, garantizan la seguridad alimentaria y la nutrición de todas las personas sin poner en riesgo sus bases económicas, sociales y ambientales para las futuras generaciones, abarcando cada actividad relacionada a la cadena agroalimentaria y sus efectos, como: medio ambiente, insumos, procesos, infraestructura, instituciones, mercados, comercio, producción, procesamiento y distribución.

Desde FIA estamos buscando cerrar la brecha en la pequeña agricultura y hemos iniciado un camino claro y definido para poder capacitar e impulsar la innovación cada vez más a agricultores.

Esto debe hacerse con diversos actores, hay que capacitar y orientar a las comunidades rurales sobre formas y variedades que mantengan activa la producción, fomentando el cooperativismo. Además, debemos acercarnos a los jóvenes, reconquistarlos y hacerlos parte de las acciones para que ellos puedan continuar este camino, ya han demostrado que están capacitados y que su impulso innovador los ha llevado a resolver problemas de su sector.

A pesar de que se ha avanzado y concientizado acerca de esta temática, el camino es largo, por lo que para su completa implementación es fundamental apoyar la innovación a distintos niveles de producción primaria mediante el aprovechamiento de recursos, apuntando a la diversificación y transformación, mediante manejos más sostenibles como; producción orgánica, agroecológica, regenerativa, uso de bioinsumos, entre otras.

En esta línea, hay que sumar el rescate de alimentos mediante la agregación de valor, resaltando la identidad local y las tradiciones. Pensar de manera saludable para que en su procesamiento sean inocuos y mantengan su calidad y beneficios nutritivos. Reducciones en pérdida y desperdicio de alimentos: innovaciones que promuevan el diseño e implementación de soluciones innovadoras que reduzcan la pérdida de alimentos.

También hay que rescatar el rol de la mujer dentro del ecosistema agrario, la cual se ha visto desplazada ante la figura del hombre, pero que por su capacidad de organización y adaptación a aprender nuevas habilidades es pilar dentro del trabajo cotidiano, por ejemplo, con el uso de herramientas tecnológicas transversales como las TIC (Tecnologías de Información y Comunicación), innovaciones que contribuyen a dar una solución al sector y urgen debido a que hay problemas de conectividad ya que menos del 40% de la población rural tiene acceso a internet.

Finalmente, debemos tener presente que un sistema innovador puede ser la recuperación de prácticas tradicionales, no entenderlo como algo difícil sino cómo gestionar el conocimiento local y unirlo a las nuevas tecnologías. Con ello, nos aseguramos no detenernos y seguir vigentes. En la batalla diaria por nutrir la humanidad desde el esfuerzo de los Sistemas Alimentarios Sostenibles.

Francine Brossard

Directora ejecutiva de la Fundación para la Innovación Agraria

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