Argentina – Francia: similitudes y diferencias de los candidatos al tricampeonato mundial
Lo cierto es que Messi si quiere ser campeón tendrá que ganarle al actual campeón y si Mbappé quiere su doblete tendrá que ganarle al mejor jugador del mundo. Claro, para quienes creemos que la Pulga aún es el número uno.
Este domingo a las 12:00 horas será el momento de disfrutar de una nueva final de la Copa del Mundo. Argentina o Francia ganarán el tercer mundial de su historia y para ello han hecho un camino con similitudes y diferencias.
La gran similitud es que ambos no llegan invictos a la definición. Los trasandinos perdieron 2-1 ante Arabia Saudita y los galos cayeron por la cuenta mínima ante Túnez.
Esta situación se dio sólo una vez en la historia. Fue en el mundial de Argentina 1978 donde los locales perdieron 1-0 ante Italia en fase de grupos y Holanda cayó 3-2 ante Escocia en la misma etapa.
Otra semejanza para considerar: ambos llegaron con un goleador del torneo (Lionel Messi y Kylian Mbappé tienen 5 tantos) y ambos ganaron cinco encuentros para llegar al duelo final.
A pocos días del partidazo, repasemos lo que han sido los equipos, con los jugadores que han hecho el camino a la final.
Argentina venía con un invicto de 36 encuentros y parecía que el choque ante los árabes era un trámite. No lo fue y ello remeció al plantel y al técnico Lionel Scaloni que hizo cambios inmediatos para el siguiente duelo ante México.
Gonzalo Montiel por Nahuel Molina. Lisandro Martínez por Cristián Romero. Marcos Acuña por Nicolás Tagliafico. Guido Rodríguez por Leandro Paredes. Alexis Mac Allister por Alejandro Gómez. El equipo venció 2-0 a los aztecas y Acuña con Mac Allister se quedaron en el once titular.
Luego vino Polonia, ante quien necesitaba al menos un empate para asegurar el primer lugar del grupo y evitar a Francia en octavos de final. Retomaron la titularidad Molina y Romero, y otros dos se sumaron al once inicial tras su buen rendimiento ante el Tri: Enzo Fernández y Julián Alvarez. Si se fijan, la albiceleste se fue acomodando desde la derrota: con 4-4-2 ante árabes y mexicanos y luego 4-3-3 ante polacos.
Sin embargo, vinieron las llaves y en cada una un cambio táctico.
Ante Australia un 4-3-3 donde Alejandro Gómez fue el tercer delantero tras la lesión de Angel di María. Fue un cambio por necesidad propia.
Frente a Países Bajos se vio un 5-3-2 con Lisandro Martínez formando una línea de tres atrás. Fue un cambio pensando en el rival, que también jugaba con tres centrales. Como el Fideo seguía lesionado, no hubo que sacar a otro compañero.
Ante Croacia se volvió al 4-4-2 del inicio donde Leandro Paredes fue el encargado de sumar gente en el mediocampo. Un nuevo seleccionado que “aprovechó” es espacio que siguió dejando Di María.
Si nos vamos a la vereda del frente, Francia ha sido simple en el camino a la final. De los seis partidos rumbo al título, en cinco usó el 4-2-3-1 que tuvo dos cambios de jugadores en el inicio y dos en el final.
En el comienzo uno fue por lesión, dado que Lucas Hernández se lesionó ante Australia, quedando fuera del torneo, y entró por él su hermano Theo.
Y el otro fue un castigo, grande a mi parecer. Porque en el gol que les anotaron los australianos (victoria gala 4-1) hubo complicidad de Benjamin Pavard y Didier Deschamps, lo terminó sacando de la titularidad. ¿El favorecido? Jules Koundé.
A su vez en la semifinal ante Marruecos fueron dos salidas por enfermedad, dado que Dayot Upamecano y Adrien Rabiot estaban con un virus. En sus reemplazos entraron Ibrahima Konaté y Youssouf Fofana.
¿Cuál fue el partido “distinto” en el sistema táctico? El que lo enfrentó a Túnez. Como los galos estaban clasificados el entrenador guardó jugadores y optó por un 4-3-3. Lo suficiente para que en el arco jugara Steve Mandanda y el capitán no fuera Hugo Lloris, sino Raphael Varane.
Además vieron minutos futbolistas como Axel Disasi y Eduardo Camavinga en defensa, Jordan Veretout en el mediocampo y Kingsley Coman con Randal Kolo Muani y Matteo Guendouzi en delantera. Todos fueron titulares y perdieron.
Pensando que en estas llaves desde octavos de final Argentina cambia formaciones y sistemas por el rival, y que Francia prácticamente no modifica sus oncenas lo que veremos en la final sería lo siguiente.
Argentina: Emiliano Martínez; Marcos Acuña, Nicolás Otamendi, Cristián Romero, Nahuel Molina; Alexis Mac Allister, Enzo Fernández, Rodrigo de Paul; Julián Álvarez y Lionel Messi.
Falta un jugador y ahí la gran duda. O Lisandro Martínez para jugar con tres atrás y de esa forma los laterales volantes bloqueen a los punteros franceses, o Leandro Paredes para poblar el sector donde se mueve Griezmann.
Y Francia: Hugo Lloris; Theo Hernández, Dayot Upamecano, Raphael Varane, Jules Koundé; Adriel Rabiot, Aurélien Tchouaméni; Kylian Mbappé, Antoine Griezmann, Ousmane Dembelé; y Olivier Giroud.
Lo cierto es que Messi si quiere ser campeón tendrá que ganarle al actual campeón y si Mbappé quiere su doblete tendrá que ganarle al mejor jugador del mundo. Claro, para quienes creemos que la Pulga aún es el número uno.
Jorge Gómez – Pelotazo
Periodista. Estadígrafo