Día Mundial de la Depresión: uno de cada cinco chilenos se siente solo y cifra no cede desde el inicio de la pandemia

Cada 13 de enero se conmemora el Día de la Lucha Contra la Depresión, padecimiento que actualmente afecta a 280 millones de personas en el mundo y que también se ha ido abriendo camino en la infancia y en la adolescencia.

La psicóloga de la Nueva Clínica Cordillera, María Jesús Navarrete, destacó la relevancia de “poner atención y dar continuidad a los tratamientos pertinentes dado que durante el cierre de año o las vacaciones, es frecuente que se descuide la permanencia de estos”.

Según el estudio Termómetro de la Salud Mental, realizado por la ACHS y Universidad Católica, un 21% de las personas entrevistadas dijo sentirse frecuentemente aisladas por los demás o que le faltaba compañía.

Si se compara este resultado con el obtenido en 2020, no se han registrado cambios estadísticamente significativos.

“El cansancio, falta de energía, dificultad para concentrarse, sentimientos de desesperanza y abandono o pérdida de placer en actividades comunes son algunos de los síntomas más evidentes de la depresión, es una patología que responde a diversos factores en materia social, psicológica y biológica”, aclaró la profesional.

Navarrete, explicó que trastornos como la depresión “pueden presentarse a cualquier edad, y afectar a cualquier persona”, pero precisó en que “existen más probabilidades de sufrir esta enfermedad si se cuenta con antecedentes familiares, traumas o alguna enfermedad física, e incluso si están usando ciertos medicamentos”.

Afirmó, además, que “incluso puede presentarse, en menores de un año, al ser detonada por experiencias de abandono y falta de reciprocidad en la interacción y satisfacción de necesidades básicas durante la primera edad”.

Trastorno depresivo

A su vez, la psicóloga de Nueva Clínica Cordillera agregó que el trastorno depresivo es un trastorno del ánimo, por lo que su sintomatología es muy variable y puntualizó que “los niños, más que expresar tristeza, verbalizan aburrimiento o enfado y se pueden mostrar más desafiantes”.

“De manera complementaria, se puede apreciar una disminución importante del interés, pérdida o aumento del apetito, sentimientos de inutilidad o culpabilidad, alteraciones del sueño, entre otros”, indicó.

Por lo anterior, la psicóloga hizo un especial llamado a poner atención a los signos presentados por los menores y a ser constantes respecto de los tratamientos terapéuticos y farmacológicos para resguardar la estructura y bienestar del paciente. Junto a ello, evaluó positivamente iniciativas como la línea para la prevención del suicidio “4141” del Minsal, puesto que responde a “una época en que muchas veces se generan algunos desajustes a nivel emocional”.

Finalmente, la especialista indicó la importancia de estar siempre alertas a conductas de enojo, frustración y tristeza permanente, donde se debe acudir a ayuda profesional para su correcta evaluación y derivación.