“Devolver todo o asumir las consecuencias”: Jones Huala amenaza a gobiernos de Chile y Argentina desde la cárcel
El comunero mapuche trasandino envió un mensaje desde la cárcel, donde espera el proceso que podría traerlo de vuelta al país para continuar recluido.
El 30 de enero, el comunero mapuche argentino Facundo Jones Huala fue detenido por la policía trasandina en un domicilio de El Bolsón, ciudad de la Provincia de Río Negro. El líder de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), vinculada a la CAM que lidera Héctor Llaitul, estaba escondido en un quincho de una vivienda del barrio La Esperanza cuando fue capturado por los oficiales a cargo del operativo.
Al momento de su aprehensión, Jones Huala estaba en estado de ebriedad y vestido de mujer, se supone, para evitar ser identificado tras escapar de Chile.
En febrero del año pasado, la Corte Suprema revocó la sentencia dictada por la Corte de Apelaciones de Valdivia, rechazando la concesión del beneficio de libertad condicional tras ser condenado a nueve años de cárcel por los delitos de incendio y porte ilegal de arma de fuego tras un incidente ocurrido en 2013 en el fundo Pisu Pisué de Río Bueno, en la Región de Los Ríos.
Inmediatamente después de su detención, el Gobierno activó los trámites para conseguir su extradición, proceso por el que ambas partes esperan mientras permanece en la cárcel de Esquel, donde fue trasladado hace unas semanas. Desde la Unidad 14, Facundo Jones Huala envió un desafiante mensaje de voz a los medios de comunicación de su país.
Jones Huala contra los gobiernos de Argentina y Chile
Después de ser capturado, Facundo Jones Huala comenzó una huelga de hambre con la idea de conseguir algún beneficio carcelario. Y en medio de esta condición, el comunero argentino se las arregló para hacer llegar un audio a la prensa de su país.
“En primer lugar, quiero pedir perdón a mi gente. Me siento avergonzado por la forma en la que fui detenido, es una falta grave a la autodisciplina. Es uno de los principios orgánicos combatir el alcohol, la droga y otros vicios dentro de nuestro pueblo. Debo confesar que debido a una serie de problemas personales en contexto de clandestinidad, no supe resolver y buscar toda la ayuda necesaria y caí en el peor vicio del alcohol, lo que que me llevó a una ridícula detención”, dijo.
“Como organización autonomista y revolucionaria mapuche, hemos definido una línea política basada en la confrontación, mediante el sabotaje. El Estado debe devolver todo o asumir las consecuencias… El gobierno tiene dos alternativas: mostrar que es lo mismo que la derecha y extraditar o apegarse al derecho internacional, donde los delitos políticos no son extraditables, respetando nuestros derechos humanos. Estoy decidido a llegar a las últimas consecuencias, no como panfleto sino en realidad. Morir luchando es un honor para un luchador”, sentenció.