Yo Cuido y Estudio: de qué se trata el proyecto que beneficia a estudiantes cuidadores
La iniciativa, que busca entregar flexibilidad a los alumnos de educación superior que ejercen labores de cuidado, fue aprobada por unanimidad en la Cámara de Diputados.
La Cámara de Diputados aprobó por unanimidad el proyecto de ley “Yo Cuido y Estudio”, iniciativa que beneficia a los estudiantes de educación superior que realizan labores de cuidado.
La propuesta -que pasará a un nuevo trámite en el Senado- fue impulsada por las diputadas Camila Rojas (Comunes) y Emilia Schneider (CS), y tiene como objetivo ayudar a los alumnos que tienen personas dependientes bajo su cuidado como hijos, padres, abuelos o hermanos, sin que su rol como cuidadores afecte su desempeño académico.
“Agradecemos profundamente el apoyo transversal que tuvo en la comisión y en la sala de la Cámara de Diputados y Diputadas y esperamos prontamente sea ley en su trámite en el Senado”, expresó la diputada Schneider.
La legisladora explicó que “este proyecto es fundamental porque reafirma dos convicciones muy profundas que tenemos desde el gobierno: que la educación es un derecho y que los cuidados deben ser reconocidos y entendidos con una perspectiva de derechos“.
De qué se trata el proyecto Yo Cuido y Estudio
El proyecto Yo Cuido y Estudio tiene una serie de indicaciones que buscan consagrar el derecho de los estudiantes de educación superior que están ejerciendo como cuidadores.
En el detalle, se pretende regular el derecho de estudiantes de la educación superior en situación de embarazo; maternidad; paternidad; que tengan el cuidado personal de un niño o niña o que acrediten el cuidado principal de una persona con discapacidad o dependencia para asegurar las condiciones de conciliación entre sus responsabilidades familiares y sus actividades académicas y formativas, en concordancia con el principio de corresponsabilidad social y familiar del cuidado.
Ello implicará que las instituciones de educación superior fijen normas internas que permitan la conciliación de las actividades con los cuidados, de en el caso de niños o niñas al menos, hasta los 10 años de edad.
Además, los recintos educacionales deberán contar con el equipamiento e infraestructura adecuada para la accesibilidad y el cuidado de personas que se encuentren bajo su cuidado.
De acuerdo al proyecto, las universidades o recintos de educación superior no podrán discriminar arbitrariamente ingreso, permanencia, egreso, licenciatura o titulación de los estudiantes cuidadores. También tendrán que imponer medidas de flexibilización académica tales como: prioridad en la inscripción de asignaturas, interrupción anticipada, exigencia de porcentaje menor de asistencia, reprogramación de evaluaciones, calendarios especiales.
Con estos elementos, los alumnos tendrán derecho a postergar los estudios en el tiempo que dura el rol como cuidadores. Esto implica la suspensión de beneficios estudiantiles, sin que deban volver a postular nuevamente a estos. La suspensión tampoco estará afecta al pago de arancel ni matrícula.
Las justificaciones de inasistencia a actividades o evaluaciones académicas considerarán la enfermedad de la persona a cargo y los controles médicos (en caso de embarazadas y cuidadores de niños pequeños). Dicho tiempo se debe recuperar de acuerdo a un mecanismo fijado por la institución.