Gobierno responde a Carter y niega telefonazo a fiscalía: “Son acusaciones falsas e infundadas”
Los ministros Camila Vallejo y Luis Cordero salieron al paso de los dichos del alcalde de La Florida, que acusó a La Moneda de intervenir para iniciar un sumario contra el fiscal que facilitó la información sobre las narco-casas.
El Gobierno respondió a los dichos del alcalde de La Florida, Rodolfo Carter (Ind), quien acusó a La Moneda de hacer un “telefonazo” al fiscal nacional Ángel Valencia para que el Ministerio Público iniciara un sumario en la Fiscalía Metropolitana Oriente por la entrega de la información que permitió detectar las narco-casas de la comuna.
Tras el anuncio del sumario, el jefe comunal apuntó contra el presidente Gabriel Boric y la ministra del Interior, Carolina Tohá, a quienes acusó de atacar al fiscal que facilitó los datos y al municipio, que durante las últimas semanas derribó cuatro ampliaciones de domicilios vinculadas a presuntos narcotraficantes.
“Sabemos lo que pasó, nadie cambia de opinión en ocho horas. Aquí hubo un telefonazo. El Gobierno, como se le sale la cola bajo el poncho, no puede con sus contradicciones, dicen que perseguirán delincuentes, pero los indulta”, declaró el ex militante de la UDI.
La reacción de los ministros
La vocera de Gobierno, Camila Vallejo, evitó profundizar en la controversia, aunque de manera breve desmintió el supuesto telefonazo denunciado por Rodolfo Carter.
“No me voy a hacer responsable de acusaciones infundadas y falsas“, declaró la titular de la Secretaría General de Gobierno durante el ingreso a su oficina en el Palacio de La Moneda.
Quien también se refirió al tema fue el ministro de Justicia, Luis Cordero, quien negó cualquier intervención del Ejecutivo en la labor de la Fiscalía, resaltando que se trata de un organismo autónomo.
“No sólo es autónoma, tiene autonomía constitucional y, por lo tanto, es bien poco probable ese tipo de telefonazos. Yo no he hablado con nadie“, expresó el secretario de Estado.
La Moneda se había mostrado distante de la estrategia de Carter, señalando que la demolición de las ampliaciones de las narco-casas era “más efectista que efectivo”, planteando la necesidad de ir por el patrimonio criminal de las organizaciones ilícitas.