Aumentan las mujeres afectadas por violencia intrafamiliar, pero las denuncias bajan
Un estudio revisó la situación de la VIF en el país durante la última década. Las encuestas plasman una realidad que no se concreta en acciones policiales y judiciales contra los agresores.
La violencia intrafamiliar (VIF) es un problema que afecta profundamente a la sociedad chilena, donde las mujeres son principalmente las afectadas. Según cifras preliminares de este problemática en Chile, el 23,3% de ellas fue víctima de algún tipo de violencia durante el año pasado, cifra que se traduce en que una de cada cuatro sufrió con la VIF.
Con estos preocupantes números que incluyó en su estudio, el Instituto Milenio para la Investigación de Imperfecciones de Mercado y Políticas Públicas (MIPP) de la Universidad de Chile analizó la evolución de este fenómeno en los últimos diez años. Consideraron estadísticas delictuales de VIF provenientes de las últimas tres versiones de la Encuesta Nacional de Violencia Intrafamiliar (ENVIF), una encuesta de seguimiento con el mismo marco muestral de la ENVIF y las estadísticas del Centro de Estudios y Análisis del Delito (CEAD).
El análisis arrojó, por ejemplo, que el número de mujeres que han sufrido algún tipo de violencia durante su vida aumentó en un 11,4 por ciento, pasando de 32,6% en 2012 a 44% en 2022. La cifra de las afectadas en los últimos 12 meses, en tanto, creció de 18,2% a 23,3% en el mismo periodo. En paralelo, los registros del CEAD aseguran que el año pasado sólo el 1,5% sufrió VIF.
Estas diferencias y panorama diferente que entregan las estadísticas las explica Camila Trujillo. “Las cifras conocidas por las policías e instituciones públicas respecto de los delitos de VIF difieren mucho de la realidad. Las estadísticas de la encuesta son de aquellas mujeres sondeadas que reportan haber sido víctimas de VIF, las que pueden o no haber denunciado. Por esto la diferencia es tan amplia. La realidad de cómo se manifiesta este fenómeno lo entrega la encuesta, pero sólo vemos los casos que entrega el CEAD, es decir, sólo conocemos la punta del iceberg”, afirma la investigadora del Fondo de Género, Economía y Políticas Públicas del Instituto Milenio.
Menos denuncias, pero más vulneradas por VIF
La brecha entre incidencia y denuncia ante casos de violencia contra la mujer es bastante alta, según este estudio. Las denuncias en sucesos de violencia en espacios laborales cayó de 30,8% en 2017 a 13,6% en 2022. En violencia psicológica y física, las denuncias también han caído, pasando de 27,6% en 2012 a 18,6% en 2022, y de 36% en 2012 a 28,2% en 2022, respectivamente.
Los principales motivos de por qué las mujeres víctimas de VIF no denuncian son: “porque no fue algo serio y no lo consideró necesario”, “le daba vergüenza contar su situación y “no cree que denunciar sirva porque había denunciado antes y no pasó nada“.
“Para conocer la real magnitud de este delito, es importante que estos hechos se denuncien. Pero ocurre que los canales y mecanismos de denuncia no son muy eficaces ni confiables, pues las víctimas tienen miedo a denunciar por posibles represalias del agresor o creen que no tendrá efecto. Además, aún existe una naturalización de la VIF, donde las mujeres creen que estos delitos no son tan graves o que no son un problema serio que se debería denunciar. Por esos importante concientizar y educar a la sociedad en estos temas, ya que no es sólo un problema del sistema policial o judicial, sino que a nivel cultural requiere articulación en varias áreas”, complementa Trujillo.