Reciclaje: Generando conciencia sostenible desde la Educación TP
La educación juega un rol fundamental para estimular los procesos de transformación y adopción hacia una cultura más sostenible, sobre todo desde la Formación Técnica Profesional, en donde es fundamental que los nuevos profesionales cuenten con esta cultura arraigada en su experiencia formativa.
Francisco Varas es subdirector de Sostenibilidad de Inacap
El gran crecimiento poblacional, el desarrollo económico y los hábitos de consumo han ido generando una elevada producción y con ello una alta tasa de consumo y de basura a nivel global. Según datos del Banco Mundial, se espera que el volumen de residuos generados aumente entre los años 2016 y 2050 hasta en un 70%, lo que trae consigo una serie de conflictos medioambientales (contaminación de suelos y de las aguas subterráneas, liberación de gases de efecto invernadero, o GEI, como el metano, entre otros). Son noticias alarmantes respecto de las cuales, como sociedad, debemos tomar cartas en el asunto.
En Chile, la situación no es muy diferente. Según cifras de la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (ANIR), nuestro país es aquel que genera más volumen de basura por habitante en Sudamérica (1,26 kilos por persona al día), alcanzando los 20 millones de toneladas en residuos sólidos, principalmente un 55% asociado a la industria y un 42% residuo municipal y domiciliario, de los cuales solo el 1% es reciclado. Estas son cifras importantes de tener mente, pues si bien a nivel país hemos contado con un avance concreto al adoptar el reciclaje como opción y hábito, ya sea desde las empresas y desde la misma sociedad, estos avances no han sido suficientes aún para lograr un impacto relevante en la actualidad. A la fecha, existen diferentes medidas tomadas por los diferentes sectores e incluso desde el mismo gobierno que continúan enfrentando este desafío, siendo un ejemplo concreto la implementación de la Ley de Responsabilidad Extendida al Productor (REP). Sin embargo, estos esfuerzos por sí solos no lograrán generar el cambio deseado, aunque sí deben permanecer en la retina y cultura colectiva para instalar un hábito y una visión sostenible que disminuya el impacto y prevenga problemas similares en el futuro.
La educación juega un rol fundamental para estimular estos procesos de transformación y adopción hacia una cultura más sostenible, sobre todo desde la Formación Técnica Profesional, en donde es fundamental que los nuevos profesionales cuenten con esta cultura arraigada en su experiencia formativa. Inacap, en el marco de su Política de Sostenibilidad y en línea con su Modelo Educativo, busca instalar en nuestros estudiantes –además de las competencias que les permitan desempeñarse de mejor manera en su área– esa visión sostenible que a la larga hace la diferencia en respuesta a los desafíos globales.
Para ello y en complemento a nuestro quehacer, diferentes Sedes y sus comunidades han ido impulsando una cultura de reciclaje, entregando la posibilidad a nuestra comunidad de aplicar la sostenibilidad en una forma más práctica y vívida; implementando campañas de sensibilización y disponiendo de espacios de reciclaje (principalmente de plásticos, papel, vidrio, residuos orgánicos y de aparatos eléctricos y electrónicos) para generar conciencia y demostrar así el impacto de nuestras acciones. El llamado no solo es a reciclar un residuo en su etapa final de ciclo, sino que es también darse cuenta de que es posible abordar este problema desde su inicio, desde el diseño, en su proceso, y su ciclo vida total.
Esta es una tarea ardua y que llevará tiempo, pero sin duda es una labor necesaria, que como Institución hemos decidido tomar y donde sólo será posible de avanzar gracias a la colaboración de nuestra comunidad (estudiantes, administrativos y colaboradores) y gracias también a nuestras comunidades del entorno en donde se emplazan nuestras sedes. Esta visión sostenible –que Inacap hoy en día plasma con más fuerza en su Política de Sostenibilidad y desde su quehacer– es un desafío que nutre nuestro compromiso con el desarrollo de los territorios y de las personas, manteniendo vivo nuestro propósito de generar cambios, crear conciencia y ser un aporte sustancial para el desarrollo sostenible del país.