Ley SBAP y el desarrollo de la salmonicultura
Arturo Clément es Presidente de SalmonChile
En los últimos 40 años, la salmonicultura ha cambiado la cara del sur de Chile. Ha generado empleo y movilidad social en comunidades desde el Biobío a Magallanes, en rincones del país donde no siempre llega el Estado.
Cuenta con una fuerte presencia de empleo femenino y es fuente de innovación y emprendimiento. Aporta el 2% del PIB nacional, y es el tercer sector exportador del país, tras el cobre y el litio. Y es un ejemplo de descentralización, porque ese aporte a Chile lo hace desde el sur austral.
A pesar de lo anterior, hoy el sector se enfrenta a un escenario crítico. Este lunes se vota en Comisión Mixta el proyecto de Ley que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP). En ese trámite, el Ejecutivo propuso una modificación al artículo 158 de la Ley de Pesca y Acuicultura, eliminando a futuro la salmonicultura en reservas nacionales y forestales.
Si bien el gobierno ha indicado que la ley no tiene efecto retroactivo respecto de la situación actual de la salmonicultura en el país, ello no es efectivo. Esta modificación cambia las reglas del juego en un aspecto esencial de las actuales concesiones, pues las que actualmente están ubicadas en reservas no podrán renovarse a su vencimiento ni podrán ser relocalizadas. Esto generará una pérdida de entre 40% y 50% de la capacidad de producción de Chile en los próximos 15 años. Asimismo, no se podrán relocalizar en esas áreas 300 relocalizaciones pendientes. Estos efectos no se mencionan en las declaraciones del gobierno.
En la vereda opuesta, Noruega -nuestro principal competidor- al 2050 habrá multiplicado por 5 su producción, llegando hasta el 82% del mercado mundial (hoy tiene el 45%). Mientras tanto, Chile irá disminuyendo su capacidad de producción en el mismo período, hasta llegar a una participación de mercado global cercana al 11% (desde el 35% actual). ¿Qué significa esto para Chile? En términos simples: el desarrollo del sur austral recibirá un duro golpe. Eso lo han entendido también los trabajadores, que se han movilizado en Puerto Montt, Quellón y Puerto Natales, entre otras ciudades.
Como sector productivo, pensamos en el futuro de nuestra actividad, y vemos con mucha preocupación cómo esta indicación puede jibarizar al tercer sector exportador del país. Estamos convencidos de que se puede compatibilizar el cuidado del medio ambiente con el desarrollo económico. Por lo mismo, somos los más interesados en sentarnos a conversar y poder establecer una visión de largo plazo para la salmonicultura en Chile, generando una buena política pública que nos permita pensar en el desarrollo de los próximos 40 años de esta actividad.