Tifus de los Matorrales: la desconocida enfermedad que afecta a los viajeros en el sur
Pese al brote que se registró el verano pasado en el sur de Chile, no se han registrado fallecimientos producto de esta enfermedad.
El denominado Tifus de los Matorrales es una enfermedad que está en expansión en Chile debido al aumento de las actividades outdoor tras la pandemia, según un nuevo estudio relacionado al tema.
Esto podría explicar el brote de esta enfermedad transmitida por ácaros en el sur de Chile y que se expandió el verano pasado, afectando a personas en varias regiones del sur del país, principalmente en la Región de Los Lagos.
El estudio, publicado en la Morbidity and Mortality Weekly Report (MMWR), fue realizado por científicos chilenos que analizaron el brote de la enfermedad que se desarrolla en humanos a través de la mordedura de un pequeño ácaro que en el suelo y la vegetación baja, y que es el vector y reservorio de la bacteria que provoca la enfermedad.
Entre el 14 de enero y el 14 de febrero de 2023 se reportaron 36 casos sospechosos en la Región de Los Lagos, un número que representó un aumento de casi 450% sobre la media de casos notificados durante los ocho años anteriores. Por lo mismo, el Ministerio de Salud emitió una alerta epidemiológica debido a este brote.
No se han registrado muertos en el país
La doctora Katia Abarca, profesora titular de Medicina UC e investigadora Responsable del proyecto Fondecyt Regular, explicó la relevancia de reportar este brote, además de comunicar los hallazgos obtenidos. “Hemos podido confirmar que la especie que tenemos en el país no es Orientia tsutsugamushi sino una diferente, a la cual hemos llamado Orientia chiloensis, por haber sido en Chiloé donde se identificaron los primeros casos”, precisó.
En la misma línea, la académica detalló que “hemos descrito cómo se presenta la enfermedad en las personas, tanto en sus síntomas y signos como en las alteraciones de laboratorio que suelen presentarse. Un mayor conocimiento de la enfermedad permite que el personal de salud y la población puedan reconocer precozmente los síntomas de forma de instaurar el tratamiento recomendado, que es altamente efectivo”.
“Afortunadamente a la fecha no se ha registrado ninguna muerte en el país, y los pacientes han evolucionado muy satisfactoriamente con la terapia indicada”, destacó.
En tanto, el médico especialista en Medicina Tropical, Thomas Weitzel, académico de la Facultad de Medicina Clínica Alemana Universidad del Desarrollo, señaló que la emergencia de casos en 2023 puede también estar relacionada al mayor conocimiento del personal de salud y de los habitantes de zonas endémicas.
“Como una enfermedad relativamente nueva en Chile, la difusión de conocimiento es parte integral del trabajo en esta fase del proyecto, para garantizar que los pacientes reciban un diagnóstico y tratamiento antibiótico adecuado“, dijo.
El académico de la Facultad de Ciencias Veterinarias UACh, el doctor Gerardo Acosta, quien es coinvestigador de este equipo, comentó que el trabajo sobre el brote de Tifus de los Matorrales en la Región de Los Lagos, “destaca la importancia que tiene en la comunidad científica internacional los estudios que hemos desarrollado en Chile sobre esta enfermedad que está ocurriendo en el sur de Chile”.
“Además, nos da luces de los riesgos de contagio a los que se enfrentan los habitantes y turistas que visitan las áreas silvestres del sur de Chile, cerró.
Cuidados a considerar
La exposición a los ácaros trombicúlidos se asocia con actividades al aire libre y afecta no sólo a los residentes de las zonas rurales, sino también a viajeros que hacen camping y trekking.
En ese sentido, el crecimiento del ecoturismo en el sur de Chile ha incrementado la importancia de concientizar a los médicos que deben abordar enfermedades de viajeros. Sobre todo, porque no hay vacuna disponible para prevenir el Tifus de los Matorrales.
Para evitar la exposición a estos ácaros, los viajeros deben evitar el contacto con la vegetación y el suelo ubicados en las zonas más bajas, usar ropa con manga larga y pantalones, junto con tratar las botas y la ropa con el insecticida permetrina (0,5 %), además de usar repelentes de insectos que contengan DEET u otros principios activos registrados por el Organismo Ambiental Agencia de Protección para uso contra larvas, en piel expuesta y ropa.