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Actualizado el 30 de Agosto de 2023

Disminución de contaminación en Santiago: expertos difieren de buenas cifras entregadas por el Gobierno

A pesar de que las autoridades aseguran que es el mejor año, las cifras de años anteriores son mucho mejores que las actuales.

Por Juan Pablo Ernst
El experto Ernesto Gramsch recordó que con la lluvia bajan mucho los índices de contaminación. AGENCIA UNO/ARCHIVO.
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El Ministerio del Medio Ambiente informó que 2023 ha sido el mejor en cuanto a calidad del aire en Santiago desde que, en 1997, se implementó el plan de descontaminación. Sin embargo, expertos difieren de las cifras entregadas por la ministra Maisa Rojas.

La secretaria de Estado indicó que el período entre el 1 de mayo y el 30 de agosto se registraron 243 horas en episodio por material particulado 2,5 (MP2,5), una cifra que es un 25% menor que el año pasado.

En ese sentido, precisó que en 2020 sumaron 270 las horas con episodios críticos en la capital.

No obstante, Ernesto Gramsch apuntó que si bien este 2023 “es un buen año, no es el mejor” en los últimos 25 años, puesto que “el año 2013 no hubo premergencias y el año 2017 hubo dos preemergencias, igual que ahora, por material particulado 2,5″.

“Efectivamente, el año 2013 hubo cero alertas ambientales“, ratificó la investigadora del Instituto de Ciencias Aplicadas de la Universidad Autónoma, Karina Bravo, respecto a la comparación de niveles de contaminación en Santiago.

“Por otro lado, si uno mira los promedios mensuales y cómo ha estado la contaminación en general, no sólo las preemergencias, uno ve que es similar a los años anteriores, e incluso mayor que el año 2016 y 2017”, planteó por su parte el académico de la Universidad de Santiago.

No obstante, Bravo, quien es bioquímica y doctora en Neurociencia, apuntó que “de todas formas es una muy buena noticia. Y si uno compara este 2023 al 2020, efectivamente hubo mucho menos contaminación de material particulado“.

Material particulado y contaminación en Santiago

La ministra del Medio Ambiente también destacó que “si consideramos sólo el material particulado fino, el más dañino para la salud de las personas, tuvimos la menor cantidad de horas en episodio crítico“.

“En simple, hubo menos tiempo en que los santiaguinos nos enfrentamos a mayores niveles de contaminación. Fue el menor desde que se tiene registro”, añadió la secretaria de Estado.

Desde esa perspectiva, el experto admitió que “este año ha sido bueno, en el sentido de que hay menos horas en preemergencia. Y eso es bueno para la salud“.

En tanto, la investigadora de la Universidad Autónoma valoró que “el sistema de emergencia se ha mejorado bastante. Y también tiene que ver con la regulación que se ha hecho de las fuentes emisoras a través de decretos”.

Explicó que ha distintas regulaciones en esta materia a lo largo del país, las que apuntan a las fuentes más usuales: “Domiciliarias, que se regula cuando hay alerta ambiental y restricción del uso de leña y otras estufas; los automóviles a través de la restricción y, principalmente, la industria”, detalla.

Respecto de otros motivos que expliquen la baja en la contaminación este año, el académico de la USACH indicó que una de ella es que “probablemente aún estamos viviendo las consecuencias de la pandemia“, planteó, y estimó que la baja se puede deber a “que mucha gente no retomó el trabajo presencial y ha seguido trabajando desde la casa. Por lo tanto el tráfico pudo bajar”.

Plan de descontaminación

Para la ministra Maisa Rojas “estos buenos resultados se relacionan con mejores condiciones de ventilación. Y también porque hemos seguido con la implementación del Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica“.

Sobre este punto, Karina Bravo valoró que se incorporara a las comunas de Puente Alto y San Bernardo a la restricción vehicular.

Esto es muy positivo, porque tienen mayor riesgo socioeconómico, favorece una equidad para toda la población de la Región Metropolitana se exponga menos a otros factores, como las enfermedades respiratorias asociadas“.

Ernesto Gramsch, por su parte, recalcó que en cuanto a “la gestión de episodios de transporte, esas son iguales todos los años, así que probablemente no es la razón por la cual han mejorado los índices este año“.

En ese sentido, el experto destacó que “las lluvias sí tienen un efecto, porque cuando llueve la contaminación baja mucho. Y cuando deja de llover vuelve a subir, pero aún así en los promedios hay una mejoría“, sostuvo.

En cuanto a la existencia de otras herramientas que no se hayan incorporado en Chile y que se usan en otras partes del mundo para reducir la contaminación en Santiago, la investigadora mencionó la necesidad de establecer “un índice de calidad del aire interior. Es algo que existe en países europeos y en Estados Unidos. Consiste en medir los niveles de CO2 y material particulado al interior de recintos cerrados como casas y oficinas“.

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