La desconocida historia del hijo marino de Allamand
El próximo 21 de mayo por primera vez, Andrés Allamand encabezará la ceremonia de Homenaje a los Héroes de Iquique en la Plaza Sotomayor de Valparaíso, que anualmente reúne a todas las ramas de las Fuerzas Armadas y que recibe al Presidente de la República tras su cuenta anual en el Congreso. Ese día tendrá una connotación especial para el ministro de Defensa.
El próximo 21 de mayo por primera vez, Andrés Allamand encabezará la ceremonia de Homenaje a los Héroes de Iquique en la Plaza Sotomayor de Valparaíso, que anualmente reúne a todas las ramas de las Fuerzas Armadas y que recibe al Presidente de la República tras su cuenta anual en el Congreso. Ese día tendrá una connotación especial para el ministro de Defensa. Pero no por los tributos a su cargo, sino que por primera vez en su calidad de secretario de Estado, su hijo Raimundo Allamand Lyon, le rendirá honores como cadete de la Escuela Naval Arturo Prat.
El cuarto hijo del ex senador y la arquitecto Bárbara Lyon ingresó a la Armada en 2009, a los 20 años, después de egresar de 4to medio en The Newland School, de Lo Barnechea. No se decidió por seguir la carrera de leyes, como su padre, ni tampoco por la de sicología, como evaluó en algún momento.
A Raimundo Allamand desde los tiempos de la travesía del desierto de su padre en Washington le gustó la idea del uniforme. Nada de política, aunque ha dicho públicamente que “uno nunca sabe”. Según los cercanos del actual ministro, la vida política le es más atractiva a la mayor de sus hijas, María Olivia (30).
“En EE.UU. (Raimundo) decía que deseaba ser ‘marine’. Además, siempre quiso ir en misión de rescate a Haití. También le gustaba mucho la estrategia, ya que andaba organizando a los niños del barrio, haciendo comandos, etcétera”, cuenta entre risas su madre.
Actualmente, Raimundo se encuentra en terreno, cerca del destacamento Nº3 Aldea, en Talcahuano, donde realiza un período de perfeccionamiento. La mayor parte del tiempo, sin embargo, la pasa en Valparaíso en la Escuela Naval.
Allamand cursó el primer año como cadete y al final optó por especializarse como infante de marina. “Son como los boinas negras, pero de la Armada”, explica un cercano. Una vez que cumpla sus cuatro años de instrucción, el hijo del ministro espera realizar su primer viaje al extranjero en el buque escuela Esmeralda.
Al interior de la Armada sostienen que el menor de los Allamand busca que el actual cargo de su padre en el gabinete de Sebastián Piñera no ponga distancia entre él y sus compañeros. Y es que apenas ingresó a la institución sufrió un primer percance por una de las declaraciones públicas del entonces senador RN.
“Cuando a Andrés le hicieron una nota en televisión, contó que su hijo era ‘infante de marina’, justo antes de iniciar ese curso, y los instructores lo vieron. Cuando Raimundo empezó ese entrenamiento, le dijeron ‘así que infante de marina ¿ah?’. Le sacaron el jugo por lo que dijo su papá”, asegura entre risas un cercano, quien agrega que el cadete Allamand es humilde y trata permanentemente de sacarse la chapa del “hijo del senador (hoy ministro)”.
Y al parecer le ha resultado, porque en su primer año fue escogido como El Mejor Compañero, un reconocimiento particularmente importante al interior de la Marina. Durante su periodo de instrucción, el veinteañero ha incrementado su gusto por los deportes, en particular la natación y el rugby -que empezó a practicar inspirado en su padre.
Por su parte, el ministro no se ha perdido ninguna oportunidad de ver las ceremonias en las que participa su hijo. El vicepresidente de RN, Claudio Eguiluz, recuerda una ocasión en la que Allamand junto a su pareja, Marcela Cubillos, llegaron muy temprano para ver marchar a Raimundo, poco antes de partir a Venezuela. También en la Parada Militar del año pasado, el entonces senador rompió el protocolo al ubicarse junto a la prensa, mientras señalaba emocionado que “¡Ahí está! ¡Ese es! ¡Ese es!”.