El mayor temor de los vecinos de Padre Hurtado tras el asesinato de la “narco reina”
Mientras la Fiscalía Occidente no descarta que el crimen de la "narco reina" corresponda a un ajuste de cuentas, los residentes del sector no descartan posibles venganzas.
La "narco reina" había protagonizando balaceras con bandas rivales, según indicó Meganoticias. ARCHIVO.
El asesinato a sangre fría de la popular tiktoker Sabrina Durán Montero, conocida como “Ina” y la “narco reina”, no sólo remeció a la tranquila comuna de Padre Hurtado, sino que también generó gran inquietud entre sus habitantes, quienes temen posibles represalias tras el crimen.
La decisión con la que actuaron los asesinos de la mujer hizo que el fiscal jefe de Delitos de Alta Complejidad de la Fiscalía Occidente, Pablo Sabaj, admitiera que no se descartaba que el caso responda a un ajuste de cuentas.
Y es aquello precisamente lo que más atemoriza a los vecinos. De hecho, dan por hecho que el crimen responde efectivamente a un crimen por encargo.
“Es un ajuste de cuentas. A ella la venían siguiendo desde Las Praderas, y le habían dicho que donde la encontraran la iban a matar“, le dijo una testigo del homicidio a Chilevisión.
Añadió que “había como seis tipos en el paradero”, y precisó que luego de los disparos “cuatro se subieron a la micro y quedaron dos”.
El temor de los vecinos de Padre Hurtado
La misma mujer contó que a la víctima la trasladaron al Servicio de Atención Primaria de Urgencia (SAPU) más cercano, donde falleció a raíz de los siete balazos que impactaron diversas partes de su cuerpo.
“Y ahí en el SAPU vienen de Las Praderas. Y creo que van a dejar la embarrá“, añadió con temor la testigo.
Por otra parte, Meganoticias reveló que “Ina” tenía disputas por asuntos vinculados al narcotráfico con otras mujeres de la población Las Praderas.
De acuerdo con lo indicado por el noticiario de Mega, la “narco reina” incluso habría protagonizando balaceras con sus rivales.
En tanto, La Cuarta destactó que la mujer era la líder de una agrupación delictual en Villa Las Praderas, “donde solían enfrentarse con al menos dos bandas“.
Hoy los vecinos no ocultan su temor a que los cercanos de la joven asesinada se involucren en una espiral de venganza que pueda llevar más violencia y muerte a Padre Hurtado.
