Justicia rechaza recurso de Comunidad Judía contra Roger Waters en Chile
La organización explicó que buscaba que a Waters "se le prohíba en su concierto utilizar elementos o emitir comentarios que inciten al odio y al antisemitismo”
La Corte de Apelaciones de Santiago rechazó el recurso de protección presentado por la Comunidad Judía en Chile para evitar que Roger Waters hable de Israel en sus dos próximas presentaciones en el Estadio Nacional.
Y es que en la acción judicial presentada por la abogada Ariela Agosin, presidenta de la Comunidad, buscaba que el ex Pink Floyd no pudiera “tilizar elementos o proferir frases o palabras que inciten al odio contra judíos e Israel, decir improperios en contra de judíos o Israel, utilizar la palabra genocidio, utilizar la imagen de Ana Frank y cualquier otra palabra, frase o imagen que diga relación con el holocausto o el nazismo“.
La organización explicó su presentación en tribunales, asegurando que “tras los antecedentes de incitación al odio antisemitas del Sr. Waters, que le han valido sanciones en diversos países del mundo, la CJCh busca que se le prohíba en su concierto utilizar elementos o emitir comentarios que inciten al odio y al antisemitismo”.
Sin embargo, el recurso de protección fue rechazado por el tribunal de alzada, que consignó en su dictamen que “en la presentación efectuada en estos autos, no se han mencionado hechos que puedan constituir una vulneración a las garantías constitucionales indicadas en el artículo 20 de la Constitución Política de la República”.
Es por ello que determinó que “se declara inadmisible el recurso de protección interpuesto” por la Comunidad Judía en Chile en contra de Roger Waters.
El accionar de la Comunidad Judía fue cuestionada por la Comunidad Palestina, que acusó que se pretende “censurar las legítimas críticas a Israel, particularmente en relación con el asesinato de niños, bombardeos a campos de refugiados y hospitales, asesinato de funcionarios de la ONU, entro otros actos que han dejado al descubierto violaciones a los derechos humanos y crímenes de guerra cometidos por el gobierno de Netanyahu”.