Toromiro: cómo es la planta extinta en Rapa Nui que se salvó en el Jardín Botánico de Viña
Fueron 149 plantas de Toromiro las que habían en el tradicional parque viñamarino.
En medio de la devastación que provocaron los incendios forestales durante la semana pasada en la Región de Valparaíso, una buena noticia se produjo en Viña del Mar.
Esto luego que el director del Jardín Botánico de Viña del Mar, Alejandro Peirano, confirmara que el Sophora Toromiro, un arbusto extinto en vida silvestre originario de la Isla de Pasca, sobrevivió a las llamas.
Se quemó más del 90% del Jardín Botánico
En el dramático balance del incendio en el Jardín Botánico de Viña del Mar, más de 1.300 especies nacionales y exóticas que vivían en el parque se vieron afectadas.
“Se quemó más del 90%, creo que quedan como dos hectáreas que se salvaron, de las 400 que tiene el parque”, declaró su director, Alejandro Peirano, en redes sociales tras la catástrofe.
Con más de 100 años de vida, el Jardín Botánico comenzó a crearse en 1918, cuando el empresario croata Pascual Baburizza inició la construcción de un parque en su fundo El Olivar, siendo donado en 1951 al Estado de Chile como un lugar de experimentación agrícola.
Las 1.300 especies de plantas y árboles nativos que estaban en el Jardín Botánico habían sido cultivados para protegerlos e incluso reproducir algunas de ellas que se encontraban en peligro de extinción.
Sophora Toromiro
Fueron 149 plantas de Toromiro las que habían en el tradicional parque viñamarino, un árbol endémico de la Isla de Pascua, que tras la tragedia simboliza la fragilidad de los ecosistemas frente a las intervenciones humanas.
Fue declarado extinto en su hábitat natural en 1960 y el último ejemplar fue cortado en el interior del volcán Rano Kau, poniendo fin a esta especie única.
En el Jardín Botánico “tenían Toromiros, que está extinta en la naturaleza. Solo hay algunas especies en el continente en lugares de conservación y uno de los pocos era el Jardín Botánico”, señaló a Las Últimas Noticias el doctor en Ciencias Biológicas del área Botánica, Cristian Atala.
Su resistente madera, las frondosas hojas del Toromiro y su particular flor amarilla lo hacen único.
“Esperamos que el jardín botánico se llene de vida con los meses, años y tal vez décadas que tardarán los bosques o ejemplares de lento crecimiento”, indicaron desde el jardín viñamarino.