Gaviota de Platino, Anitta y animadores: Álex Hernández desmenuza polémicos episodios de Viña 2024
El ex director del Festival de Viña del Mar conversó con EL DÍNAMO y abordó las distintas situaciones que se han vivido en la edición de este año.
Álex Hernández fue director del Festival de Viña del Mar durante ocho años, cuando Chilevisión estuvo a cargo del certamen. En estos últimos días de la edición 2024 estuvo atento a cómo se ha desarrollado el evento, especialmente con aquellos casos que han causado polémica.
Entre ellos está la no entrega de la Gaviota de Platino a Andrea Bocelli, pese a la insistencia del público; la inesperada intervención de los animadores en comerciales ante la insistencia para que el tenor italiano volviera al escenario y el abrupto fin del show de Anitta sin poder entregarle la Gaviota de Oro, por nombrar algunos.
En conversación con EL DÍNAMO, Hernández desmenuzó cada uno de estos momentos y explicó, en base a su experiencia, el lado que el público desconoce.
En el caso “particular” de la cantante brasileña, señaló el conocido ex director de Mekano, se parte de la base de que “todos los artistas que llegan a Viña están enterados de que existen los premios, están enterados desde mucho antes de llegar a Chile y muchos de ellos lo saben porque han visto el Festival”.
“Pero, además de eso, se les informa con mucho tiempo de anticipación y al momento del ensayo, se les recuerda que existen estos premios, que el público los pide y que son una Gaviota de Plata y una de Oro”, agregó.
En ese sentido, Álex Hernández aclaró que todo esto es parte de un protocolo, por lo que “no es una cuestión que se le pueda olvidar a alguien”, por lo que no se puede culpar a una persona en particular.
En base a lo que ocurrió con Anitta y que no se le entregara la Gaviota de Oro, para él existen dos teorías de lo que pudo haber pasado: “Una de ellas, es que simplemente terminó su show y bajó al camarín y se le olvidó“.
“La segunda opción es una que a mí me pasó una vez con Jorge González, que no escuchó que le habían dado Gaviota de Oro porque los artistas ocupan estos in-ear en los oídos que son hechos a la medida de la oreja y que los aíslan del sonido ambiente porque se escuchan cuando cantan y a su banda. Es muy probable que haya pasado eso o las dos cosas juntas”, precisó.
Con todo lo anterior, Hernández planteó que “uno no podría responsabilizar a alguien porque el artista se querrá llevar sus dos premios, los animadores se los van a dar y nadie quiere que falle nada. Por lo tanto me parece que fue un desencuentro, una comedia de equivocaciones“.
“En el fondo, a ella la fueron a buscar, estaba en pijama, recibió a los animadores, no hubo ningún tipo de mala onda, al contrario, ella se reía de sí misma, se veía que había buena onda y ella se excusó de lo que había pasado. No hubo un tema de información cruzada ni mucho menos a los animadores“, indicó.
¿Qué pasó con la Gaviota de Platino?
Uno de los temas que también se debatieron durante esta semana fue lo ocurrido con la Gaviota de Platino que el público exigió para Andrea Bocelli tras su comentado espectáculo la noche del pasado lunes.
En ese entonces, María Luisa Godoy aseguró por sus cinco hijos, que no estaba tal galardón. Sin embargo, Broncerías Chile, quienes producen el premio, indicaron que ellos tenían una lista para entregarla.
Pese a esto último, Álex Hernández dejó en claro que aunque estuviera lista dicha Gaviota, ellos “no deciden a quién se le puede dar las Gaviotas. Ellos envían una cantidad de Gaviotas de Plata y de Oro, en el caso de las de Platino es bastante particular y ahí te lo podría interpretar de un par de formas”.
Ante esto, el ex director del Festival de Viña 2024 ejemplificó en el caso de que se hubiera entregado una Gaviota de Platino “que no está planificada, entras a meterte a un problema muy grande”, porque si se lo hubieran entregado a Bocelli, “al día siguiente te la van a pedir para Los Bunkers y te la van a pedir a otros artistas”, por lo que “se podría llegar a interpretar que esto es un favoritismo de la producción”.
“No es llegar y entregar una Gaviota de Platino. Las de Plata se considera para todos los artistas y el público va y las pide. Las de Platino son bastante especiales y la solución que algunos han dado, que por qué no dieron doble Oro, es exactamente lo mismo. Al final, pasaría lo mismo que pasó hace unos años atrás cuando se entregaban dos Antorchas y dos Gaviotas porque el premio era una Antorcha de Plata y de Oro, pero la gente empezó a pedir la Gaviota”, recordó.
Defensor de los animadores
El desempeño de María Luisa Godoy y Pancho Saavedra también ha sido criticado por los medios especializados, particularmente por momentos como lo ocurrido con Anitta o el descontrol del público ante el fin del show de Andrea Bocelli.
A pesar de lo que muchos pudieran decir sobre los animadores de Viña 2024, Álex Hernández se declaró un “defensor” de lo que han realizado, “por varias razones”.
Entre eso está “la dificultad de ser animador” que “se ve un poco acentuada producto de todo lo que ha tenido el Festival producto del incendio y la catástrofe, entonces el Festival parte con una carga emotiva demasiado fuerte que, una cosa es intentar resolverla en la pauta y que exista una obertura, unas palabras al principio”.
Sin embargo, después “quedan ellos dos arriba del escenario, llevan la continuidad del espectáculo, tratando de tener un tono que no puede ser muy alegre y que tampoco puede ser muy solemne porque ambas cosas pueden ser malinterpretadas y tiene que existir un respeto por la situación que se ha vivido, por lo tanto, nadie querría pasarse un poco de revoluciones”.
Es a raíz de esto que como “partiste con una carga emotiva, hace que los animadores no estén entregando el 100% producto de eso“.
Para Álex Hernández hubo un momento en particular durante Viña 2024 que marcó un antes y un después en el desempeño de los animadores: la rutina de Luis Slimming.
“Por alguna razón, que pudo haber sido el texto de él, algo que logró con su puro talento porque el gallo es seco y le fue bien, se logró que en ese momento se genere un antes y un después en el tono emocional del Festival. Si tú los ves en ese momento, están más sueltos y al día siguiente un poco más sueltos. Ellos en general no han tenido la opción, producto de las circunstancias, de poder mostrar sus capacidades al 100%, abrir las alas como un pavo real y lucirse”, argumentó.
El ex director del Festival, por lo mismo, cree que las críticas han sido “injustas” con Godoy y Saavedra, por que los están evaluando “como si fuera un Festival común y corriente”.
“Lo otro que encuentro que está dentro de lo que podemos llamar injusto, tal vez, es el hecho que a Pancho Saavedra lo comparan tanto con Antonio Vodanovic y otros animadores previos a él. Son personalidades muy distintas, son estilos muy distintos, son épocas muy distintas, son artistas distintos en el escenario, tipos de público diferente. En un momento, cualquier cosa que suceda, inclusive dentro del momento de comerciales, se puede transformar en un momento para poder criticar”, añadió.
Es ahí donde recordó la intervención que hicieron los animadores tras el show de Bocelli, donde salieron al escenario a calmar al público y explicar que no iba a volver.
“Porque si tú te fijas, cuando ellos van y dan explicaciones por Andrea Bocelli en comerciales, eso se filtra, se muestra porque la tecnología existe. Pero resulta que eso no hubiera pasado hace 25 años atrás, porque la tecnología no estaba. Probablemente, muchas veces, animadores de ese tiempo tuvieron que hacer lo mismo, como no se vio, no se interpretó que estaban en una situación compleja”, explicó Hernández, agregando que “está dentro de un terreno que me hace pensar que es un poco injusta la crítica“.
A pesar de todo, el ex director del certamen cree que lo único que sí les afectó fueron “las circunstancias para poder ser, efectivamente, lo que hemos visto de ellos en otros momentos de ellos en sus carreras, es el hecho de la carga emocional del Festival que ha hecho que, obviamente, el Pancho haya pensado en no soltarse tanto para reírse como se ríe y ahí tú tienes dos personajes que son muy prendidos“.
“Ambos se ríen fuerte, son explosivos, simpáticos y no han podido desempeñarse con toda la libertad producto de la circunstancia. Yo la crítica la tengo moderada porque, en el fondo, no estamos hablando de un Festival más, sino que de una situación compleja, triste, dramática y que ha llevado que se desarrolle de una forma de no sonar imprudentes”, cerró.