Secta de Colliguay: el macabro caso real que retrata Antares de la Luz: la secta del fin del mundo
Ramón Castillo Gaete adoptó ese nombre antes de liderar la Secta de Colliguay, organización que sacrificó a un bebé quemándolo vivo.
Todo un éxito desde su estreno en Netflix ha sido el documental Antares de la Luz: la secta del fin del mundo, que relata la historia de Ramón Castillo Gaete, el líder de la Secta de Colliguay que se suicidó en mayo de 2013, tras ser buscado por la policía por encabezar el asesinato de un recién nacido como parte de un ritual para salvarse del fin del mundo que supuestamente se produciría el 21 de diciembre del 2012.
Nacido en Santiago el 20 de diciembre de 1977, tras salir del colegio estudió pedagogía en música. En esa misma época comenzó a alejarse de su familia y se fue involucrando en temas de misticismo y medicina alternativa.
Tras un viaje a China, en 2006, se cambió el nombre a Antares de la Luz, con el que sería conocido posteriormente.
Dueño de una fuerte personalidad y carisma, Castillo comenzó a presentarse como una reencarnación de Jesús. Así, en 2009 creó la que luego sería conocida como la Secta de Colliguay.
Antares de la Luz: el crimen de la secta que remeció al país
El líder de la Secta de Colliguay inició a sus seguidores en el consumo de la droga alucinógena llamada ayahuasca y realizaban sesiones que incluían el sacrificio de animales.
Entre 2010 y 2012 vivieron en Olmué, San José de Maipo, Concón y Quilpué. Fue en esta última comuna que se produjo el crimen que remeció a todo el país.
Todo comenzó el 21 de noviembre de 2012, cuando la integrante de la secta, Natalia Guerra Jequier, dio a luz a un niño en Viña del Mar.
Apenas dos días más tarde, el 23 de noviembre, en la localidad de Colliguay, Antares de la Luz sacrificó al pequeño en un rito con el que se supondría el grupo se salvaría del inminente fin del mundo, que según una profecía maya se produciría el 21 de diciembre de 2012. Para hacerlo, quemó vivo al bebé en compañía de sus seguidores.
Tras este brutal asesinato, algunos de sus adeptos dejaron el grupo, que se trasladó a San Francisco de Mostazal.
Prófugo de la justicia
En abril de 2013 el caso se conoció a través de la prensa y se inició la búsqueda de Antares de la Luz en el país. Y cuando pasaron los días y no aparecía, Perú se sumó a la búsqueda, dado que la ayahuasa era traída a Chile desde allá.
Precisamente en ese país se produjo el fin del líder de la Secta de Colliguay. El 1 de mayo de 2013 se suicidó ahorcándose en una casa de la ciudad de Cusco, cuando tenía 35 años de edad.
De sus seguidores, solo dos de los miembros cumplieron prisión por el asesinato del recién nacido. Una fue su madre, Natalia Guerra, quien fue condenada a cinco años de cárcel, de los que solo cumplió cuatro y quedó el libertad condicional en 2021.
El otro fue Pablo Undurraga, que recibió la misma condena y también fue liberado condicionalmente en 2021.