Acciones concretas para reducir brechas de género en la educación

Trabajamos con miles de jóvenes a lo largo de Chile, brindándoles guía y orientación para que puedan continuar sus estudios en la educación superior. Es durante esta labor en terreno que hemos logrado identificar una realidad preocupante y que debemos abordar desde todos los frentes: existe en la actualidad una brecha de género significativa en las elecciones de carrera de nuestros estudiantes al finalizar el cuarto medio.

De acuerdo con las estadísticas que analizamos a partir de nuestras intervenciones, el 77,43% de los estudiantes matriculados durante el año 2024 en carreras relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas son hombres, mientras que solo el 22,57% son mujeres. Esta disparidad es preocupante y refleja la necesidad de tomar medidas para fomentar una mayor diversidad y equidad de género en el ámbito educativo y laboral.

Sí, es cierto que hemos observado una mejora en las cifras oficiales durante el año 2024, pero aún queda mucho por hacer. Es importante destacar que estos avances no son simplemente el resultado de una tendencia espontánea, sino que reflejan el fruto de un esfuerzo concertado por parte de diversas instituciones de educación superior, autoridades gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil.

El viernes 19 de abril llevamos a cabo el lanzamiento del programa “Mujeres Estrellas”. Esta iniciativa representa una valiosa oportunidad para colaborar con estudiantes y docentes en un esfuerzo conjunto por motivarlos a reflexionar sobre los sesgos de género en la elección de carrera. Asimismo, buscamos fomentar la comprensión de las brechas existentes y estimular el interés de los participantes en las carreras STEM.

Durante el transcurso del año 2024, el programa se llevará a cabo con la participación de aproximadamente 180 estudiantes en dos establecimientos educacionales ubicados en las comunas de Independencia y Santiago. Nuestro objetivo es perfeccionar este proyecto y trabajar en su expansión para alcanzar un mayor número de colegios a lo largo de todo el país en un futuro cercano.

Las cifras indican que la brecha de género en las carreras STEM es una realidad innegable, pero tampoco es un obstáculo insuperable. Por lo mismo, el trabajo debe ser multidisciplinario e involucrar a todos los actores, desde las instituciones educativas, entidades gubernamentales y organizaciones civiles, hasta las propias estudiantes.

Es fundamental que continuemos desarrollando programas innovadores y estrategias efectivas que inspiren a las jóvenes a explorar y elegir carreras en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Al hacerlo, no solo estaremos cerrando la brecha de género, sino que también estaremos potenciando el talento y la creatividad de una parte significativa de nuestra sociedad.

Los beneficios de promover estas temáticas son infinitos. El incremento de la participación de las mujeres en carreras STEM conlleva varios beneficios que promueven una mayor equidad de género, como la competitividad salarial. Las mujeres que optan por estudiar este tipo de carreras experimentan ingresos significativamente mayores. En particular, se observa un incremento salarial promedio superior al 40% durante el segundo año tras su graduación en comparación con aquellas que han estudiado carreras relacionadas con educación básica y parvularia.

Cada paso que damos en esta dirección no solo contribuye al crecimiento y desarrollo de las mujeres en el ámbito profesional, sino que también tiene un impacto significativo en nuestra sociedad y economía a nivel país. Al fomentar la participación activa de las mujeres en las carreras STEM, estamos generando un cambio positivo en la percepción y valoración de sus capacidades en campos tradicionalmente dominados por hombres.

Esto no solo amplía las oportunidades individuales para las mujeres, sino que también diversifica y enriquece la fuerza laboral, impulsando así la innovación y el progreso en nuestras industrias y sectores clave.

Al promover la equidad de género en el ámbito profesional, estamos construyendo una sociedad más justa e inclusiva, donde todas las personas tienen igualdad de oportunidades para desarrollar todo su potencial. Esto no solo fortalece el tejido social al reducir las disparidades y fomentar la cooperación y el respeto mutuo, sino que también contribuye al crecimiento económico sostenible al aprovechar plenamente el talento y la creatividad de toda nuestra población.