Cómo se ven los chilenos en Davos
Entre los latinoamericanos que están en Davos, la delegación chilena es de las menos ruidosas este año. A diferencia de ediciones anteriores del World Economic Forum (WEF), la del 2011 cuenta sólo con un puñado de chilenos. Curioso para la economía más abierta y globalizada de América Latina.
Entre los latinoamericanos que están en Davos, la delegación chilena es de las menos ruidosas este año. A diferencia de ediciones anteriores del World Economic Forum (WEF), la del 2011 cuenta sólo con un puñado de chilenos. Curioso para la economía más abierta y globalizada de América Latina.
Uno de los veteranos en Davos es Agustín Edwards. El dueño del poderoso grupo El Mercurio -y que hace pocos días se le vio en un video siendo insultado por un transeúnte, mientras recibía a David Rockefeller como vista personal-, camina tranquilo por los pasillos del centro de convenciones del WEF. Uno se le puede acercar y te conversa sobre sus años de periodista en el Times de Londres. Se le ve envejecido, pero escucha con atención las exposiciones. Me lo topé en una sobre China y lo he visto en algunas sobre tecnologías en los medios. Es la gran carta empresarial de Chile en Davos.
Felipe Larraín, el ministro de Hacienda chileno, es más protagonista. Siempre lo fue. Como académico, en los últimos años colaboraba con el WEF en la definición de la agenda latinoamericana. Esta vez viene como autoridad de Estado y tiene un tratamiento y networking distinto. Una noche lo vi muy alegre conversando con Papandreu, el premier Griego. Muy informado y con un excelente inglés, es de los presentadores y participantes brillantes a los que el Foro acude cuando necesita llenar la cuota de panelistas con un latinoamericano.
Michelle Bachelet hace su estreno en el foro. En el salón plenario comparte escenario con Michael Porter y líderes de todo el mundo, para hablar de pobreza y su tema actual: la inclusión femenina. Se le ve sólida, al igual que su inglés. Sus frecuentes “eeeeehh” son compensados por su carisma. Pese a que no vino nunca como Presidenta al Foro, lo más probable es que se transforme en invitada permanente de Davos -donde siempre se buscan figuras femeninas de mercados emergentes para posicionar en el debate.
Cristóbal Conde es un chileno que pasa injustamente desapercibido. Es el CEO de Sunguard, una enorme empresa de software para compañías financieras con base en Estados Unidos. Es reconocido como un líder innovador, de tecnología de las grandes ligas, pero no se le reconoce como chileno. Habla en paneles sobre innovación y gestión. Parece gringo.
A José Miguel Insulza no lo he visto. Pero me comentaron que tuvo una molestia con el Foro, porque no lo habían puesto en una sesión con altos líderes globales, como en ocasiones anteriores. Del resto de los chilenos, hay un par de periodistas que forman parte de los Young Global Leaders, pero no hacen mucho más que llevar ese cartel, y un par de registrados como ejecutivos de grandes empresas a quienes no he tenido el placer de reconocer entre la delegación latinoamericana.
Sin grandes crisis, con el terremoto en el pasado y los mineros ya olvidados en la memoria, Chile está silencioso en esta edicion 2011 de Davos.