Enel duplica sus trabajos de poda y busca despejar más de 4.500 kilómetros de red eléctrica
Como parte del mantenimiento preventivo de sus redes, la compañía destinó cuadrillas adicionales para reforzar el manejo de la arboleda dentro de su zona de concesión en la Región Metropolitana.
Dado que un 80% de la red de distribución eléctrica es aérea, una de las principales causas de interrupción del suministro eléctrico está relacionada con la vegetación que crece en las cercanías del tendido eléctrico. Esto sumado a las condiciones climáticas de los últimos años, que combinan temperaturas cada vez más extremas, vientos intensos, tormentas y una vegetación en parte deteriorada por una extensa sequía previa provocan la caída de árboles de gran tamaño, ganchos o ramas sobre las redes, además del contacto con las redes que produce el viento al mover la vegetación, con lo cual se generan daños de consideración en la infraestructura.
En ese contexto, año a año, Enel Distribución ejecuta un plan de manejo de arboleda que apunta a enfrentar este tipo de contingencias. En coordinación con los 33 municipios de su zona de concesión, para este año la compañía proyectó despejar más de 1.300 kilómetros en redes de media tensión, estimando casi 40 mil puntos de poda. Sin embargo, de cara al invierno, decidió duplicar sus esfuerzos, sumando más cuadrillas especializadas para inspeccionar unos 3.200 kilómetros adicionales, totalizando más de 4.500 kilómetros durante esta temporada.
“Nuestro plan preventivo de poda es fundamental para disminuir eventuales cortes de suministro, especialmente en los meses de invierno. Sin embargo, este año hemos hecho un esfuerzo adicional para lograr el despeje de más calles y avenidas dentro de la capital, podando cerca de 60.000 árboles adicionales”, explica Víctor Balbontín, gerente de operaciones de Enel Distribución.
Según la normativa vigente, las empresas distribuidoras deben mantener la infraestructura eléctrica en buen estado, lo que incluye la poda de los árboles próximos al cableado, a fin de lograr una distancia segura entre el tendido eléctrico y la vegetación. Los municipios, por su lado, también cuentan con programas propios de despeje, particularmente de los árboles que, por su altura y envergadura, pueden dañar seriamente las redes eléctricas frente a su eventual caída en proyección sobre éstas
Para llevar a cabo el plan de poda se evalúa el estado de los árboles cercanos a la red eléctrica y luego se definen los trabajos a ejecutar. Estos se realizan durante todo el año, por etapas y en ciclos, utilizando técnicas apropiadas que protegen la salud de las especies, identificando a priori su estado, tipo de copa y forma de crecimiento. En ese sentido, la correcta intervención de las ramas implica su corte desde la base, evitando dejar muñones con rebrotes que puedan proyectarse al tendido eléctrico.
Las cuadrillas de Enel Distribución están capacitadas para trabajar implementando todas las medidas de seguridad que el uso de motosierras requiere, utilizando equipos adecuados y complementos como ropa anti cortes y protectores faciales que permiten evitar accidentes.