Uso de pantallas en niños: ¿Qué hacemos?
Considerando la importancia del desarrollo neuronal en los primeros años de vida, se recomienda no exponer a los menores de 3 años a ningún tipo de pantalla.
Agustín Foxley Bolocco es Investigador Acción Educar.
El uso de teléfonos celulares y otras tecnologías digitales puede ser problemático, tanto para los niños como para los adultos. La evidencia señala que utilizar este tipo de dispositivos se relaciona con estrés, hábitos de chequeo compulsivo, e incluso adicción. Es más, los desarrolladores de este tipo de tecnologías tienen incentivos monetarios para diseñarlas de modo que generen apego y un involucramiento prolongado por parte de sus usuarios, a través de recomendaciones personalizadas por algoritmos, disponibilidad ilimitada de contenido y mecanismos de reforzamiento (“me gusta”, visualizaciones, notificaciones, etc.).
Esto es particularmente preocupante en los grupos de niños de menor edad, puesto que el consumo de multimedia digital reemplaza interacciones que son cruciales para su desarrollo, haciéndolos más propensos a volverse dependientes o adictos de estas tecnologías y a presentar rezagos de aprendizaje, o incluso motores, más adelante.
Por otro lado, pese a que el campo de investigación es relativamente nuevo y limitado, suele documentarse que un uso excesivo de dispositivos digitales (2-3 horas diarias) se asocia con peores indicadores de bienestar para los niños.
Conociendo los evidentes riesgos de estas tecnologías, ¿qué podemos hacer al respecto?
Considerando la importancia del desarrollo neuronal en los primeros años de vida, se recomienda no exponer a los menores de 3 años a ningún tipo de pantalla y monitorear el uso de tecnologías digitales para los menores de 6 años. Adicionalmente, se sugiere limitar el uso de pantallas a un máximo de 2 a 3 horas diarias.
Teniendo en cuenta los posibles impactos negativos del uso de teléfonos celulares en el bienestar y los aprendizajes de los niños, se recomienda postergar lo más posible la edad a la que se entrega el primer dispositivo.
En la misma línea, se aconseja desactivar las notificaciones de aplicaciones como redes sociales en los celulares, dado que estas son un constante distractor y pueden generar un apego excesivo hacia ellos.
Por otro lado, el consumo de pantallas reportado por niños, niñas y adolescentes es más alto durante los fines de semana, por lo que se recomienda a los apoderados designar un horario fijo de uso de pantallas para sus hijos.
Finalmente, es importante que toda la comunidad educativa esté involucrada en la regulación del uso de dispositivos digitales. Tanto los equipos docentes como los apoderados deben acordar horarios para el uso de dispositivos. Pero el desafío más importante es motivar a los niños y niñas a aprender y a relacionarse con su entorno, evitando que reemplacen las instancias de interacción con sus pares, apoderados y profesores por los estímulos de una pantalla.