Cómo enfrentar financieramente el segundo semestre sin fracasar en el intento
Durante el segundo semestre hay fines de semana largos, vacaciones y celebraciones. Es hoy el momento para planificar y disfrutar durante las fiestas y también después, evitando el estrés del sobre endeudamiento.
Aurora Sepúlveda es CEO de La Contadora.cl, experta en finanzas personales y economía doméstica.
Mi principio fundamental en las finanzas personales es la organización. Y con este segundo semestre ya corriendo, es EL momento que tenemos como oportunidad para planificar los gastos para este tramo del año. Y esto no es menor, porque debemos considerar que se viene un feriado en agosto, un feriado XL para las Fiestas Patrias, otro a fines de octubre, y en un cerrar de ojos estaremos pensando en Navidad y Año Nuevo. Por eso, reitero: hoy es el mejor momento para mirar el horizonte del año y ordenar con inteligencia nuestro presupuesto.
Partiré por el principio. Abordemos los feriados de agosto y septiembre. El más próximo es el 15 de agosto, que cae jueves, lo que puede hacer que muchos se tomen “sandwich” el viernes, generando una pausa de cuatro días, lo que además de descanso. Luego, en septiembre, tenemos feriado los días 18 y 19, que caen miércoles y jueves. Algunos podrán tomarse el viernes… y otros más afortunados incluso el lunes y martes previo, lo que puede llegar hasta 9 días libres y, por lo tanto, un gran impacto en nuestras finanzas, no sólo por la pausa, sino que también por las celebraciones. Y ojo, que a fines de octubre y principios de noviembre, también tendremos un fin de semana de cuatro días.
Una de las pregunta que se repite mucho durante el segundo semestre y que es la buena noticia para las finanzas personales para muchos, es el aguinaldo, que se conforma como un ingreso extra para parte de los trabajadores… aclaremos las dudas.
Aguinaldo
¿Es obligación que mi empleador me dé aguinaldo? ¿existe una cantidad predeterminada? ¿todos los trabajadores lo recibimos? La respuesta es que depende de la situación. Primero, debemos entender que el aguinaldo funciona de manera diferente en el sector público y en el privado. En el primero, lo reciben los empleados de planta o a contrata al 31 de agosto de este año. Esta vez se fijó un monto de $85.093 para quienes reciban una remuneración líquida de $984.282 o inferior. Y para quienes ganen más, será de $59.071.
En tanto, para quienes trabajan en el sector privado, deben saber que les corresponde obligatoriamente SÓLO si está consignado en el contrato, si existe un contrato u acuerdo sindical que lo considere, o bien que sea un derecho adquirido. ¿Qué quiere decir esto último? Que ya se ha entregado al menos dos veces consecutivas los dos años inmediatamente anteriores, y que este año corresponde la tercera entrega. El monto depende del empleador, excepto en estos casos, donde se debe respetar lo ya establecido.
Aunque sé que muchas veces recibimos los aguinaldos con apremio o con ganas de usarlo en estás fechas, si tenemos la oportunidad, es una buena ocasión para ahorrar e incluso invertir.
Mis recomendaciones
Con este panorama en mente, aquí van mis recomendaciones. Lo primero es saber cuál es nuestro presupuesto para esos momentos. A partir de nuestra planificación mensual, considerando nuestros ingresos y gastos, sabremos si contamos con un “extra” para esas pausas. Y mi segundo consejo es planificar esas pausas en base a nuestro presupuesto. Quiero ser muy enfática en lo siguiente: que no contemos con un presupuesto amplio no significa que no podamos disfrutar. Al contrario: es importante aprender a celebrar también en momentos de crisis o ajustes económicos. De hecho, pasarlo bien respetando nuestras posibilidades, nos dará una tranquilidad impagable.
Si bien es cierto muchos cuentan con tarjetas de crédito o pueden acceder a créditos de consumo, usar estos instrumentos sólo para gastar en ropa, zapatos, celebraciones, no es lo óptimo según mi punto de vista, porque pueden generar un hoyo financiero del cual nos cueste salir. En general, mi recomendación es usar el endeudamiento para otros fines de más largo plazo, como capitalizarnos, lograr una vivienda, un auto, etc. Pero si por alguna razón estimas que es prudente usar estos métodos para enfrentar, por ejemplo, los gastos del 18, te sugiero planificarlos de todos modos: es preferible que uses tres cuotas a precio contado, y que consideres en tus gastos de meses posteriores el cargo que tendrás por esto. Pero atención, porque se puede juntar con algunas necesidades de fin de año.
Y, ahora, para enfrentar justamente las fiestas de fin de año, debemos usar la misma estrategia. Considerar cuál es nuestro presupuesto y a partir de él evaluar cuáles son las posibilidades de gastar en regalos, cena y posibles salidas. Es importante tener la Navidad y el Año Nuevo en el horizonte de los gastos de la primera parte del semestre (feriados), pues si usamos la tarjeta de crédito o dinero que tenemos ahorrado, debemos considerar que a fin de año aún podemos estar pagando cuotas de esos gustitos.
Organizarse. Ésa es la receta. Para tener finanzas personales saludables debemos trabajar activamente en ellas, inteligentemente… de lo contrario, podemos pasar del disfrute a la angustia. Y no es la idea. ¡Buen segundo semestre!