A dos años del Plebiscito 2022: los hitos que derivaron en el triunfo del Rechazo
Dos años han pasado desde que la mayoría de los chilenos votó Rechazo a la propuesta de Constitución y EL DÍNAMO conversó con tres de los protagonistas del proceso para intentar entender qué hechos incidieron para que se diera ese resultado tras el trabajo de la Convención Constitucional.
Este martes 4 de septiembre de 2024 se cumplen dos años desde que la opción Rechazo se impuso con el 61,89% en el Plebiscito de Salida 2022 de la propuesta que elaboró la Convención Constitucional, en un proceso que se prolongaría al año siguiente con el triunfo del En Contra al proyecto de Carta Magna elaborado por el Consejo Constitucional.
Con la distancia que entrega el paso del tiempo, EL DÍNAMO quiso saber de boca de sus participantes, pero también de quienes vivieron el proceso desde fuera, cuáles fueron las razones que explican el fracaso de esa propuesta en las urnas, que nació como una salida institucional a las demandas del estallido social.
Los ex convencionales Agustín Squella y Jaime Bassa, y el ex presidente de Renovación Nacional, Mario Desbordes entregaron su visión sobre cómo se pasó de la aprobación arrolladora de la redacción de una nueva Constitución a la negativa en las urnas por parte de la ciudadanía de un cambio de la Carta Magna.
Extremos y desinformación
El docente Agustín Squella planteó que tanto ese proceso como el de 2023 fracasaron en su objetivo –reemplazar la Constitución de 1980-, pero no en su cometido.
“En ambos procesos el cometido consistió en acordar y proponer un nuevo texto constitucional dentro de un plazo dado y con sujeción a reglas preestablecidas. Y haber cumplido el cometido, incluyendo el informe de la Comisión Experta que fue parte del segundo de los procesos, dejó sobre la mesa un abundante y valioso material de consulta y análisis comparativo, en caso de tener más adelante un muy eventual nuevo proceso constituyente o de continuar por el camino de las reformas constitucionales”, aseguró Squella.
Por su parte, Desbordes aseveró que no se puede evaluar el Rechazo sin ver todo lo previo, cómo se abre el proceso, cómo se produce esta elección en momentos bien complejos. Y ejemplifica: “Cómo la ciudadanía le da el voto a grupos radicalizados de izquierda, y a supuestos intelectuales como el señor (Daniel) Stingo, que nos anuncian de manera prepotente que van a hacer lo que ellos quieran. Y finalmente sale una propuesta muy mala, llena de extremos, de desprecio por lo que es la historia de Chile. Es una propuesta que intenta refundar para mal el país“.
El ex presidente de RN recalcó que “la gente evaluó bien y con mucho conocimiento de lo que era la propuesta. Es una vergüenza que algunos digan que la gente votó Rechazo por ignorancia, por desconocimiento, por desinformación. Esa es la típica actitud de la extrema izquierda, que se siente con superioridad moral”, asegura.
Para Jaime Bassa, en tanto, el rechazo a la propuesta de la Convención Constitucional marcó un hito significativo, por lo que representa la derrota de ciertas propuestas que buscaban responder a las demandas sociales.
Al respecto, el abogado planteó que tras el Rechazo se “aglutinan distintos tipos de rechazos”.
En parte por la regulación del aborto, o por el contenido plurinacional. Y hay quienes lo hicieron para defender tradiciones como el rodeo, mientras que otros rechazaron la propuesta de descentralización política. Hay tantas razones para haber rechazado el texto, que es muy difícil decir que hay una sola razón del Rechazo”, aseguró Bassa.
Luego ahondó sobre el tema y manifestó que “una de las principales autocríticas es que efectivamente faltó una articulación política más densa, mejor preparada, mejor trabajada, para poder empujar no solamente la aprobación de los cambios propuestos en el plebiscito, sino que sobre todo para poder empujar su implementación”.
Rojas Vade, Las Indetectables y el Rechazo en el Plebiscito 2022
Consultado si hechos como lo ocurrido con la performance de Las Indetectables con la bandera chilena, o el falso cáncer de Rodrigo Rojas Vade tuvieron incidencia en la decisión de los chilenos, Agustín Squella no duda que ninguno de esos episodios estuvo bien, “incluido el espectáculo que dimos el mismo primer día de la Convención“.
“Se dirá que se trató de episodios aislados, para algunos incluso anecdóticos, pero el hecho es que afectaron negativamente el ánimo de un país que se había preparado nada menos que para reemplazar una Constitución, y esto último no solo con el fin de sustituir a la que tuvo origen en una dictadura, sino para tener una nueva Carta Fundamental consonante con el hecho de llevar ya transcurrida una cuarta parte del siglo XXI”, planteó Squella.
Ese objetivo era demasiado alto e inusual como para andarse con payasadas o alardes de arrogancia y desprecio o ironía por las opiniones que no compartíamos, como ocurrió varias veces”, agregó.
Una visión con la que no concuerda por completo Mario Desbordes, quien sostuvo que se trató de factores que estuvieron presentes, pero que no fueron decisivos. “Los que sí fueron clave fueron temas como el derecho de propiedad, la vivienda digna, los derechos del agua, el tema de la chilenidad y el exacerbar la propuesta en materia de pueblos originarios”, aseguró.
Lo de la bandera podría decir que es la guinda de la torta, porque termina mostrándole a la gente qué pensaban estos grupos extremos, alienados de la realidad. La elección fue demasiado extrema y empieza a hundirse el primer día, cuando grupos extremos le quitan la palabra y gritan a la secretaria del Tricel, cuando se niegan a cantar el himno nacional, cuando a una orquesta juvenil no la dejan cantar. A partir de ahí la gente dice esto está mal”, complementó el ex ministro de Defensa.
Jaime Bassa, por su parte, manifestó que “más allá de los errores formales, más allá de Rojas Vade, más allá de esa dimensión un poco más farandulera del proceso constituyente, yo creo que en términos políticos lo que faltó fue una mejor articulación de los sectores que empujamos los cambios sociales para poder mantener las agendas que estamos defendiendo”.
Admitió, no obstante, que los episodios mencionados “sí influyeron” en la decisión de la mayoría de los chilenos de votar Rechazo, aunque para él “lo realmente relevante no es recuperar como el anecdotario de la Convención, sino que tratar de hacer la lectura política de cuáles son las agendas que están en disputa en el país”.
Por qué pasamos de una elección de constituyentes tan significativa a un rechazo tan significativo, para después terminar en un En Contra en la propuesta de 2023. Ahí hay un problema de lectura política de los ciclos en los cuales estamos involucrados como país y, claro, como las demandas sociales siguen vigentes, probablemente las razones del malestar también sigan vigentes”, analizó Bassa.
¿Una lección aprendida por los chilenos?
En cuanto a si los chilenos aprendimos algo con lo ocurrido con el Rechazo a la propuesta de la Convención Constitucional, Agustín Squella manifestó que “siempre creemos que vamos a aprender alguna lección positiva, sobre todo a raíz de las malas experiencias, pero la verdad es que aprendemos poco y nada“.
“Lo único positivo es que, a pesar de lo ocurrido, persistimos en la preferencia por la democracia como forma de gobierno y nos tomamos más en serio los derechos fundamentales de las personas, todos ellos y no solo los que responden en mayor medida a las ideas de quienes los respaldan con una determinación más firme”, complementó.
Para Mario Desbordes, por su parte, se aprendió “mucho, de la previa y del plebiscito. Es bien complejo cuando uno mira las encuestas del estallido y ve que el 65% de las chilenas y chilenos validaban la violencia como única forma de obtener los cambios. Eso hoy día no ocurre, la gente se dio cuenta que la violencia no sirvió de nada, que, al revés, causó mucho daño, afectó sobre todo a las pymes, centros urbanos que a partir de ahí no lograron recuperarse más”.
Creo que la gente quiere reformas, y todavía no se han hecho los cambios. No podría haber un nuevo estallido social con violencia, pero sí podrían haber manifestaciones y movilizaciones pacíficas. La gente atendió y yo creo que se dio cuenta que la violencia no era el camino”, aseguró.
En tanto, Jaime Bassa dijo que “esperaría que efectivamente hayamos sacado lecciones todas y todos. Creo que desde el lado nuestro, probablemente la más significativa es que los cambios sociales tienen que diseñarse y empujarse de manera progresiva. Es muy difícil aprobar cambios contraculturales sin un diseño político, sin un diseño estratégico que apoye la gradualidad o diseño y su implementación. Pero también creo que es un aprendizaje importante el hecho de que no podemos esperar a que el malestar estalle para hacernos cargo de los problemas estructurales que venimos arrastrando como sociedad”, concluyó.