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20 de Noviembre de 2024

Rechazo al Financiamiento de Chile Crece Contigo: ¿Un Retroceso para la Niñez?

Chile Crece Contigo no es un programa, es una política pública. Es una promesa del Estado hacia sus niños, niñas y familias. Desde su implementación en 2009, ha sido un puente hacia un futuro más justo, brindando acompañamiento desde la gestación hasta los primeros años escolares, ampliando su cobertura hasta los 9 años el año 2016 y hasta los 18 años de edad en 2022.

Por Lorena Rivera Aravena
AGENCIA UNO/ARCHIVO
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Lorena Rivera Aravena

Lorena Rivera Aravena es Directora ejecutiva Centro de Estudios de Primera Infancia -CEPI

El reciente rechazo al presupuesto del programa Chile Crece Contigo (ChCC) por parte de la Cámara de Diputados el viernes 15 de noviembre no solo es alarmante, sino que pone en riesgo uno de los pilares fundamentales de nuestra política de protección a la niñez y la adolescencia. Chile Crece Contigo es reconocido como un modelo emblemático en América Latina, ha demostrado ser una herramienta efectiva para reducir desigualdades desde los primeros años de vida, garantizando que niñas y niños de todo el país tengan acceso a oportunidades que promuevan su desarrollo integral.

Chile Crece Contigo no es un programa, es una política pública. Es una promesa del Estado hacia sus niños, niñas y familias. Desde su implementación en 2009, ha sido un puente hacia un futuro más justo, brindando acompañamiento desde la gestación hasta los primeros años escolares, ampliando su cobertura hasta los 9 años el año 2016 y hasta los 18 años de edad en 2022. Su enfoque intersectorial, que integra salud, educación y protección social, ha sido vital para avanzar para que las brechas de origen no determinen el destino de los niños y niñas que habitan en nuestro país.

Rechazar el financiamiento de ChCC significa desconocer los avances que hemos logrado como sociedad. Significa ignorar la reducción de brechas en desarrollo infantil, lograda gracias a programas de estimulación temprana; la mejora en la detección y atención de rezagos en el desarrollo psicomotor; el fortalecimiento de capacidades parentales que han empoderado a miles de familias, especialmente en contextos de vulnerabilidad.

Entre las razones esgrimidas por quienes rechazaron el financiamiento del ChCC, destaca la oposición al Programa de Apoyo a la Identidad de Género (PAIG), un componente destinado a brindar acompañamiento a niños, niñas y adolescentes que exploran y viven procesos relacionados con su identidad de género. Este programa busca garantizar la protección y el bienestar emocional, psicológico y social de niñas, niños y adolescentes que enfrentan situaciones complejas en un contexto de desconocimiento y, a menudo, discriminación.

Ofrece orientación profesional y apoyo psicológico tanto a los niños, niñas y adolescentes como a sus familias, asegurando que puedan tomar decisiones informadas en entornos seguros y respetuosos. Este enfoque no solo cumple con los compromisos internacionales de Chile en materia de derechos humanos, sino que también responde al mandato ético de proteger a quienes están en mayor situación de vulnerabilidad.

Este programa se creó bajo el gobierno de Sebastián Piñera y sus beneficiarios son un porcentaje mínimo respecto del total de familias que atiende el Chile Crece Contigo, pero que de igual manera requieren apoyo y orientación. En ningún caso incluye terapias de reemplazo hormonal, información que se ha utilizado como argumento.

Más allá de la controversia que el programa PAIG pueda suscitar en algunos sectores, y cuya discusión es legítima en un país democrático como el nuestro, es fundamental recordar que el ChCC es más que el PAIG y beneficia a más de 700 mil familias de nuestro país. Este rechazo no solo afecta a dichas familias, sino que compromete el desarrollo de generaciones completas.

La evidencia tanto a nivel nacional como internacional es clara: la inversión en la primera infancia tiene un impacto decisivo en el desarrollo social y económico de los países. ¿Cómo podemos esperar construir una sociedad más equitativa y próspera si dejamos de invertir en la primera infancia? Negar este financiamiento no solo ignora la evidencia científica sobre la importancia de la inversión en los primeros años, sino que también representa un grave retroceso en la garantía de los derechos de la niñez.

Hacemos un llamado para que las políticas de infancia, como Chile Crece Contigo, no sean terreno de disputas ideológicas; éstas son un compromiso ético y moral con el presente y futuro de nuestro país. Es urgente asegurar este financiamiento y proteger el bienestar de niñas, niños y adolescentes.

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