Hermanos Musulmanes muestran su carta para sucesión de Mubarak
Los Hermanos Musulmanes propusieron hoy al presidente del Tribunal Constitucional Supremo, Faruk Sultán, como sustituto de Hosni Mubarak, a quien consideran un presidente "ilegítimo", dijo a Efe Mahmud Gazali, dirigente de la principal fuerza opositora egipcia.
Los Hermanos Musulmanes propusieron hoy al presidente del Tribunal Constitucional Supremo, Faruk Sultán, como sustituto de Hosni Mubarak, a quien consideran un presidente “ilegítimo”, dijo a Efe Mahmud Gazali, dirigente de la principal fuerza opositora egipcia.
“El régimen ha perdido su legitimidad y entonces, según la Constitución, el presidente del Parlamento (Fathi Surur) debe asumir la presidencia del país, pero como Surur tampoco es válido, en caso de que se disuelva el Parlamento, es el jefe del Tribunal Constitucional Supremo quien debería ser presidente”, explicó.
Según el dirigente del grupo islámico ilegalizado, tras el nombramiento como presidente de Sultán se formaría un Gobierno de salvación nacional con miembros aceptados por el pueblo.
Después de este paso, se celebrarán elecciones parlamentarias transparentes y se reformará la Constitución, tras lo cual se convocarán comicios presidenciales.
Se trata de la primera propuesta concreta que lanzan los Hermanos Musulmanes después de haber rechazado cualquier diálogo con Mubarak, con su vicepresidente, Omar Suleimán, y con el Gobierno.
Mubarak encargó ayer a Suleimán que abra un diálogo con las fuerzas políticas egipcias para estudiar posibles reformas de la Constitución.
Los Hermanos Musulmanes, así como otros grupos opositores, insistieron en que continuarán las manifestaciones en la calle hasta que Mubarak deje el poder.
MANIFESTACIÓN
Una marea humana de más de 100.000 personas, según fuentes de la seguridad, abarrota ya la plaza cairota de Tahrir y decenas de miles más colapsan las calles aledañas, que siguen recibiendo a gente pese a que está a punto de entrar en vigor el toque de queda en Egipto.
Los manifestantes exigen la dimisión inmediata del Mubarak, y la convocatoria de elecciones libres, en un clima entre festivo y reivindicativo, en el que se prodigan las tribunas improvisadas desde las que se lanzan discursos.
Pese a trabas como las continuas interrupciones del servicio de telefonía móvil o las aglomeraciones, pocos disimulan la euforia ante la masiva respuesta de los egipcios, muchos de los cuales han venido desde distintas ciudades del país.
Como constató Efe, cualquier caseta o lugar elevado sirve para enardecer a las masas y lanzar un mensaje unívoco, al margen de ideologías o credos: “Que se vaya Mubarak”.
Entre quienes se dirigen a los manifestantes se encuentra el conocido presentador de la televisión pública egipcia Mahmud Saad y también hay clérigos islámicos que gozan de especial predicamento entre los musulmanes del país.
Mientras, una manifestación de unas 1.500 personas leales a Mubarak intentó concentrarse frente a la radiotelevisión egipcia, pero las riadas de detractores del presidente les impidieron avanzar hacia la plaza Tahrir, situada a apenas unos centenares de metros del edificio, señalaron fuentes de seguridad.
Las mismas fuentes añadieron que el Ejército no ha practicado detenciones ni se ha incautado de armas hasta el momento en los miles de registros llevados a cabo entre las personas que acceden a la plaza.